lunes, 15 de agosto de 2011

Cap.16 A pequeños pasos

Pov: Bella.

Su cuerpo se movía con la gracia propia de su elegancia. Iba de la despensa al mesón de la cocina , y así varias veces. Me parecía divertido como su ceño se fruncía de forma conspiradora cuando no hayaba algo, y murmuraba constantemente para sí mismo.

"Harina...".Sus ojos volaban de aquí hacia haya. "Ya está...creo".

Cuando finalmente estuvieron todos los ingredientes sobre la mesa, sus ojos me miraron divertidos.

"¿Estás seguro que has estado antes en la cocina?". Bromeé.

"Oh, oh...señorita Swan, eso es una ofensa". Rodeó el mueble para llegar a mi y dar un ligero beso en mi cien para tenderme una cuchara y un bol. "Procuraré visitar más este lugar de la casa". Y con una sonrisa torcida que atoró el aire en mis pulmones por unos momentos, se alejó hasta el otro lado de la mesa.

Lo cierto es que en el último tiempo las cosas con Edward eran más fluídas, me había acostumbrado a su cercanía de cierto modo...Porque era imposible acallar los nervios cuando sus brazos me rodeaban, o sus labios se unían en un simple roce con los míos.


Se podía decir que ibamos a un ritmo lento, y lo agradecía. Edward parecía percibir mis ideas y procuraba hacerme sentir comoda.


"¿Seguro que Esme permitió que ocuparamos su cocina?". Pregunté mientras batía los huevos en el bol, según sus indicaciones.


Los días que nos quedaban en Ronald Beach pasaron sin darnos cuenta y más pronto de lo que hubiera querido, nos encontrabamos de vuelta en Forks. Desde que habíamos regresado, no había día en que no hubiera visto a Edward.


"Claro, aunque no estuvo demasiado segura hasta que le aseguré que tú me surpevisarías". Reí ante su confesion. "No veo la razón por la que me vean como una amenaza, solo es la cocina, no puede haber gran ciencia".


"¿Lo dice quien solo se ha preparado leche con cereal?". Levantó su vista en una mirada amenazadora.


"Recordaré no volver a dejar que Esme influya en ti". Sonreí y seguí con mi tarea.


Más tarde me encontraba observando como Edward intentaba conseguir que los crepes se cocieran de forma adecuada. Movía la sartén para esparcir la mezcla de forma homogenea y una sonrisa de satisfaccion adornaba su rostro cuando cumplía con el obtetivo.


Por mi parte era la encargada del relleno, nada muy difícil. Solo debía poner manjar en las tortillas y luego enrollarlas.


"Se ven muy bien, estoy orgullosa"


"La verdad es que nunca dudé de mis habilidades". Espetó con aires de suficiencia.


"Oh, muy modesto". Reí.


En ese mismo momento Alice cruzó la puerta con su característica euforia.


"¡Bella!". Sus delgados brazos me envolvieron en un abrazo que correspondí. "Dios, parece que no te viera hace siglos". Me liberó de su agarre, a lo que volví a mi tarea.
"No es para tanto, Alice". Apunté.


"¿Bromeas?, solo te he visto dos veces desde que llegamos de Ronald Beach". Inclinó su cuerpo en el mesón de forma que observaba con atención como esparcía el manjar por la masa.


"¡Hola para ti tambien, Alice!". Saltó Edward desde el otro lado. "¡Sí, tambien me agrada verte!"


"Tú te puedes callar, hermano. Es por tu culpa que Bella ahora no tiene tiempo para sus amigas"


"Sí, tambien te quiero". Respondió con ironía el aludido.


"Esme me ha comentado que Edward le había dado por jugar en la cocina, o algo así". Fue necesario aplicar todo mi esfuerzo para nor reír ante su burla, a la que Edward respondió con un bufido. "Así es que he aprovechado para saludarte, ya que mi querido hermano no te da un respiro"


"Alice, estoy aquí". Se quejó.


"Si ya lo veo, Edward". La duendecillo rodó los ojos. "Entonces...Mañana es día de chicas". Se volvió hacia mi con una sonrisa persuasiva.


"Querrás decir...Día de compras". Añadí sin entuciasmo.


"Si lo ves de ese modo...". Edward se había pronunciado pero Alice lo calló de inmediato. "¡De chicas, Edward!, no creo tener que explicar lo que eso significa"


"Solo creí que necesitarían a alguien que cargara las bolsas". Objetó.


"No gracias, no es necesario". Le cortó. "Además, un respiro le hará bien a Bella"


"Alice...". Iba a protestar pero la mirada amenazante que me propinó, se llevó todas las palabras en mi boca.


"Bien, entonces paso por ti en la mañana". Me dirigió una sonrisa de entuciasmo y cogió uno de los crepes ya preparados. "Mm...felicidades". Saboreó. "Te han quedado bien, Bella"


"¡Jesús!". Exclamó Edward con frustracion cuando Alice salía riendo. "Ella si que sabe como fastidiar"


Tiempo más tarde, nos encontrabamos en el sofá de la sala comiendo-deborando por mi parte- los crepes, que por cierto habían sido los mejores que había probado en mi vida.


"¿No están tan mal, eh?". Inquirió con una sonrisa sujestiva.


"Sí, puedes alardear". Golpeé de forma juguetona sus costillas.


"Aunque no puedo dejar de reconocer la participacion de cierta bella dama". Una sonora, pero melodiosa carcajada salió de su garganta cuando notó como mis mejillas comenzaban a encenderce. Sí, le causaba una peculiar diversion ver como me sonrojaba.


"Venga, será mejor que te lleve a casa antes de que Charlie se preocupe". Dijo una hora más tarde.


Sin protestar, me mostré de acuerdo.


Charlie no estaba enterado de mi noviazgo con Edward, y es que prefería darle un tiempo para que la noticia no le tomara muy de sorpresa. Desde la llegada de la playa había estado enterado de mis salidas con Edward durante la semana, y podía ver como un ligero tono de sospecha se colaba en su voz ahora último.


"Este sabado podrías venir a casa...". Comenté con despreocupacion cuando estabamos en su carro aparcado frenté a mi casa.


"Pero..."


"Ya es tiempo". Le corté al saber a que se refería. "Charlie debe sospechar algo"


"Vale, entonces...está bien". Reí al notar su tono nervioso.


"¿No me digas que ahora estás nervioso?". La verdad es que era Edward quien había insistido en hablar con mi padre, según él quería hablar frente a frente a él y todas esas cosas que se suponía que debía hacer un novio, algo de presentarse como se debe...
"No, sabes que lo esperaba. Solo me ha pillado de sorpresa"


"Intentaré que no sea tan rudo". Él rió ligero y se acerco de forma lenta esperando a que asimilara lo que pretendía. Y era en ese momento en que mi respiración se sostenía.


"Respira Bella...". Susurró con sus labios rozando los míos.


¿Como pretendía que asimilara sus palabras si me lo decía...así?


En un movimiento suave, unió nuestros labios en lo que pareció una fraccion de segundo. Vale, quizás ir más rápido no sería tan malo.


"Me gustaría decir: Te veo mañana. Pero Alice ya se a encargado de anular esas posibilidades...". Su frente estaba pegada a la mía, y su aliento limitaba mi capacidad de acciones. "Nos vemos el sábado". Depositó un beso en la comisura de mis labios y se alejó para dejarme salir.


"Nos vemos". Concordé algo ida, y caminé con una sensacion de mariposas revoloteando en mi estomago.


Sí, esa sensacion tan nombrada no era solo de cuentos, era real. Se sentía real.


"Hola, papá". Saludé a Charlie recostado en el sofá viendo television.


"Hola, Bella". Giró su rostro para mirarme por un segundo y luego lo volvió a su posicion inicial. "¿Todo bien?"


"Sí, todo bien"


"Ese muchacho...". Lo pensó por un momento sin quitar la vista de la pantalla. "...Edward". Finalizó queriendo parecer como si no fuera algo de poca importancia. "...¿Es el hijo del Doctor Cullen, no es así?"


"Sí, el mismo"


"¿Es...ya sabes...tu...?". La verguenza en su voz le delataba.


Charlie no era una de esas personas entrometidas, solo se encargaba de conocer lo importante y por lo demás me permitía ver por mi sola. No es que no creyera que él no fuera una persona confiable, pero ambos, tanto él como yo, eramos personas reservadas.


"Sí...". Le observé atenta desde mi posicion. Él solo asintió sin girar en ningún momento. "Él quiere presentarse formalmente...Ya sabes, venir a casa y estrechar tu mano". Comenté rodando los ojos.


La verdad es que Edward era bastante caballero...por no decir anticuado, en algunos aspectos.


"Oh...". Se carcajeó con ligereza. "Venga, no sabía que eso aún se hacía. Muy considerado de su parte"


"Papá, solo no lo incomodez. No se quedará demasiado"


"Entendido, entendido. No es que lo fuera a recibir con la escopeta, ni nada..."


"Es en serio, no lo hagas". Dije de pronto con angustia al crear la imagen mental de la cara horrorizada de Edward al estar frente a un Charlie armado.


"Vale, lo prometo. ¿Estrechon de manos, no es así?"


"Sí". Asintió conforme. "Buenas noches"


"Buenas noches"


Subí las escaleras y depués de un baño, no tarde demasiado en caer rendida. El solo pensar lo que me esperaba durante el día siguiente consumía mis energías.


No fue muy diferente a lo que me imaginé. Alice me recogió temprano y luego de un café matutino, charlas, compras, más compras, más y más compras, la comida, charlas...el día pasó.


Eran las ocho de la noche y porfin mis piernas se daban un respiro. Aunque, la condicion de mis brazos no era muy diferente, ya que Alice y Rose compraban como desquiciadas.


"No puedo esperar a usar todo lo que hemos comprado". Comentaba Alice en la cena.


Habíamos decidido comer algo en un pequeño restaurant que encontramos en Port Angels.


"Alice, es probable que me muera antes de usar todo lo que has comprado"


"Exageras. Además, no puedo esperar a ver como Edward babea literalmente cuando te vea".


"Alice...". Mis tonalidades variaron en tonos que no quería imaginar, a lo que ambas rieron. "...No me siento bien si además pagas todo"


"Son los regalos de cumpleaños y navidades que nunca te dí". Explicó como si lo que me dijiera tuviera demasiada logica.


"Alice, ni siquiera nos conociamos"


"¡Exacto!, recupero el tiempo perdido". Me guiñó un ojo a lo que bufe.


Parecía imposible ganarle a esa duendecilla.


Durante todo el día no había podido hablar con Edward. Él me había llamado algunas veces, pero Alice se había encargado de arrebatarme el movil antes de poder reaccionar a cogerlo. Dijo que no era justo, solo era un día que podiamos estar solo nosotras, y que no moríria si no hablaba con Edward. Terminé cediendo, sin embargo, optó por quedarse con mi movil el resto del día.


"Venga, Alice. Puedes regresarme el movil". Insistí cuando casi todas terminabamos nuestros platos.


"Hablando de Roma...". En ese instante la música de mi movil comenzó a sonar, y Alice lo cogió enseguida. "Como vuelvas a llamar...". La voz amenasante de Alice se apagó a unas cuantas palabras. Por mi parte la miraba espectante, a lo que Rose sonreía divertida. "No te atrevas...". Su ceño se frunció agudo. "Vale, te propongo algo...Tú puedes llevarla a casa". Silencio. "Sí, sí, te odio. Dios, nadie podría creer que eres mi hermano". Cortó con suspiró de derrota.


"¿Que ha pasado?". Preguntó Rose por mi.


"El idiota de Edward. Ha ganado por hoy..."


Durante el camino me enteré que Edward iría a dejarme a casa. No pude resistir la carcajada y el monton de lagrimas que me salieron cuando vi la cara de Alice contraerse en horror al contarnos de la amenaza de Edward para conseguirlo. Él con tono muy decidido, según Alice, le había dicho que si no le dejaba hablar conmigo quemaría toda su ropa, a lo que Alice cedió enseguida.


"Es un animal". Había comentado con enojo.


Cuando llegamos a la casa de los Cullen, un sonriente Edward nos esperaba sentado en las escaleras que daban a la entrada.


"Sonrie lo que quieras...". Le espetó Alice cuando pasó por su lado.


"Es muy agradable hablar contigo". Replicó él. Y con su belleza deslumbrante se puso de pie para abrir sus brazos en señal de que me acercara, a lo que obviamente obedecí de inmediato.


"Hola". Saludé torpemente.


!Que inteligente, Bella!


"Hola". Rió ligero. "¿Como ha ido la tortura de las compras?"


"Bastante...agotador"


"Ya lo imaginó". Dió un tierno beso en mi mejilla y pasó sus dedos por el mismo lugar.


Su mirada estaba muy fuera de mi alcance, la intensidad de su contenido ponía mis piernas a temblar y el brillo en sus ojos hacía que mi corazon se dilatara de manera imposible. Casi podía oír como la sangre corría por mis venas con tal adrenalina que me mareaba.


"Edward...". Sentía que debía decir o hacer algo. Pero no estaba segura de que era exactamente.


"Dime". Acunó mi mejilla en su mano y con el pulgar dio suaves caricias a mi piel.


"Te extrañe". Dejó relucir sus perfectos dientes en una sonrisa arrebatadora.


Sí antes me costaba mantenerme de pie, entonces ahora era un trabajo casi sobrenatural.


"Yo tambien". En ese momento sentí como si nos hubieramos acercado de una manera más que física. Una calidez arrolladora me invadío, y se sintió bien. "¿Lista para ir a casa?". Preguntó con una sonrisa, a lo que asentí correspondiendole el gesto.


Momento más tarde su carro aparcó fuera de mi casa y concordamos su visita mañana por tarde.


"Buenas noches". Unió sus labios con los mios por un segundo y se alejó como de costumbre.


"Buenas noches, te veo mañana"


Al día siguiente todo sucedió como lo normal. Charlie se encontraba de buen humor y algo me decía que tenía que ver con la visita de mi novio hoy por la tarde. No dejaba de hacer bromas al respecto.


"Ya me puedo imaginar que dirá Renee cuando se enteré. Tomará un vuelo al mismo instante para venir a conocerlo". Se carcajeó en el desayuno.


"No puedo ni imaginarlo". Jadeé horrorizada por la idea. Una cosa era permitir que Edward hablara con mi padre, y otra muy distinta era pirmitir que mi mamá acosara a Edward de preguntas, muy a su estilo.


No era demasiado loco pensar que Renee viajara kilometros solo para ver a Edward con sus propios ojos. Por un lado, Edward era tecnicamente mi primer novio y Renee moriría de la emocion al saber que su hija comenzaba a abrirse a las ramas del...amor.Un estremecimiento me recorrió de pies a cabeza.


"Oh, lo había olvidado. Jake a preguntado por ti, me ha pedido que te dijiera que le llames". Asentí algo sorprendida. Había olvidado por completo a Jake y un sentimiento de culpa se apoderó de mi.


¿Que clase de amiga soy?


"Gracias, papá. Le llamaré en cuanto pueda"


"Vale, entonces nos vemos en la cena. Tengo unos asuntos que atender en la comisaría". Dió un último mordisco a su tostada y un sorvo a su café para coger su abrigo y despedirse con un gesto de manos.


"Nos vemos". Concordé recogiendo la vajilla del desayuno.


Entre las tareas de la casa y exprimirme el cerebro pensando en que hacer para la cena, el horario de llegada de Edward llegó muy rápido.
La carne asada se estaba horneando mientras preparaba la salsa que la acompañaba y el puré de papas, cuando Charlie llegó.


"Vamos, Bells. Ve a cambiarte, yo me encargó". Le hubiera saltado encima a Charlie del agradecimiento si es que hubiera tenido algo de tiempo.


Cogí algo rápido. Un jeans azul y una polera gris con detalles en el bordado, y mis convers. Estaba terminando de atar los cordones, cuando el timbre sonó.


Hubo un segundo en el que la sangre en mi interior se detuvo procesando lo que eso significaba. Cuando mi cerebro volvió a funcionar corrí por las escaleras hasta la puerta con una destreza que jamás creí que tendría.


Le di un vistazo a Charlie quien apagaba la llama del horno y de la salsa, dandome una pequeña sonrisa.


Con un largo suspiro tomé la manija de la puerta y la giré tirando de ella hacia mi.


Allí, con la luz del pequeño bombillo de porshe dando de lleno en sus cabellos cobrizos, se encontraba Edward con aspecto...deslumbrante. Su camisa azul cielo tenía los últimos tres botones desabrochados, dandole aspecto despreocupado. Sus brazos estaban cubiertos por un abrigo negro, y traía unos jeans oscuros.


Concentrate, Bella.


"Hola". Saludó con una sonrisa ladina.


¡Besalo!. Me gritaba una vocecilla y entonces no sabía si obedecer o solo hacerlo pasar, como si no recordara que él era mi novio.


Era evidente que Edward era quien siempre daba el primer paso para besarme, y ahora me sentía tonta al no saber que hacer.


Con lentitud me acerqué a su cuerpo tranquilo frente a mi, y luego de estirarme lo suficiente, alcancé sus labios. El acto lo tomó por sorpresa y me sostuvo por la cintura para ayudarme.


Fue él quien rompió el beso, y agradecí que fuera así. Se me había olvidado por completo que mi padre estaba dentro.


Con el rostro más rojo de lo habitual, y con una sonrisa de Edward, aleje mi rostro y retrocedí los pasos avanzados.


"Vamos". Me siguió de cerca mientras lo llevaba hasta la cocina, donde Charlie sacaba una cerveza del frizer.


"Papá". Llamé. Su cuerpo giró cerrando la nevera y sosteniendo la lata con una mano. Su mirada estudio rápidamente al hombre a mi lado.


"Jefe Swan". La voz varonil de Edward se coló por la habitacion en tono determinado y formal."Soy Edward Cullen". Se acercó un paso y ofreció su mano.


"Edward". Dijo a modo de saludo mi padre, y estrecho la mano de Edward con fuerza.


"Serviré la cena". Anuncié.


Charlie asintió y tomó lugar en la pequeña mesa.


"Puedes sentarte, muchacho". Edward obedeció y tomó lugar al otro extermo de la mesa, quedando de frente a Charlie.


Con apuro serví la carne asada con la salsa, y el puré a un lado. Deposité los platos correspondientes a cada quien y me senté entre Edward y Charlie.


"Oh, Bells. Está muy bien". Elogió Charlie masticando el primer bocado. "Entonces, Edward. Conozco a tu padre, Carlisle, un buen profesional".


"Sí, le gusta lo que hace"


"Es admirable, podría estar en los mejores hospitales del Estado si lo quisiera, y sin embargo escogió Forks"


"La verdad es que a mis padres les agrada la tranquilidad, Forks es un buen lugar"


"Estoy de acuerdo, es bastante tranquilo". Escuchaba con atención lo que ellos hablaban y me pareció una buena señal el que Charlie llevara la conversacion por aguas ligeras.


En algun punto la conversacion se desvió al beisbol y decidí que ese era el momento de salir. Enviandole una mirada rápida a Edward me pusé de pie y comencé a retirar la vajilla. Él por su parte asintió en respuesta y siguió a Charlie a la sala.


Me parecía divertido la pequeña discusion que se extendía en la sala. Edward alavaba a los Medias blancas de Chicago debido a que era su ciudad natal, y Charlie defendía a los Nacionales de Washington.


Cuando consideré que era tiempo de volver, fui hasta la sala y me encontré con Edward y Charlie sentados en el sofá viendo el beisbol. Mi padre parecía un niño pequeño en su cumpleaños, ciertamente Edward se había ganado varios puntos por su gusto al beisbol, si es que ya no se había ganado por completo a mi padre.


"Esta temporada ganaremos la liga". Comentó Charlie con sus ojos hundidos en el televisor.


"Ya veremos". Respondió Edward sonriente.


Al percatarse de mi presencia sonrió aún más, pero con calidez. Se puso de pie y solo ahí Charlie desvió su atencion hasta Edward, y le imitó.


"Jefe Swan, ha sido un placer conocerle"


"Lo mismo digo muchacho". Ambos estrecharon sus manos. "Nos encontraremos en las finales". Bromeó mi padre.


"Claro". Concedió Edward, y se acercó a mi para seguirme a la salida.


Caminamos hasta la acera, frente a su volvo.


"Le agradas". Apunté cuando nos detuvimos.


"Eso parece". Dijo en un encogimiento de hombros.



Pov: Edward.


El padre de Bella era exactamente como Bella me había advertido. Un hombre de pocas palabras, reservado, pero sin embargo agradable.


No había que ser adivino para saber que detrás del hombre reservado que era, había un gran amor por su hija.


No olvidaría la conversacion que tuvimos en algún momento en la sala. Él había llamado mi atencion en voz baja de forma que Bella no pudiera oír lo que me iba a decir.


"Muchacho, no intentes jugar con mi hija. Puedo ser un infierno si me lo propongo". Había dicho sin dejar de mirar la television.


"Yo..."


"Se lo que me vas a decir, y no necesito que me prometas que cuidaras de ella y que no la dañaras, porque es probable que no te crea. Soy hombre, y en algún momento fui un joven como tú y se que a esta edad solo será un noviazgo". La tranquilidad en su voz daba escalofríos. "Pero lo único que tienes que hacer, independiente en como se desarrolle esto, es asegurar que Bella no saldrá dañada"


"Entiendo, Jefe Swan". Fue lo único que pude decir.


¿Que más podía hacer?, si bien él había sido amable conmigo, era logico pensar que yo no era,ni sería, su hombre favorito en la tierra. Era el novio de su única hija, y probablemente pasaría bastante tiempo antes de que él creyera que no era un peligro.


"¿Paso por ti mañana?". Pregunté tomando una de sus manos que estaba bastante fría.


"Creo que Esme me comenzará a odiar después de verme tanto tiempo con su hijo". Comentó con una pequeña risa.


"Nadie podría odiarte". Sus mejillas se encendieron como de costumbre, en un tono carmín adorable. "Entonces...". Urgí.


En poco tiempo el pasar tiempo junto a Bella se había transformado en una necesidad. El poder tomar sus manos, o acariciar sus mejillas, hasta el hecho de un simple roce con su piel, me bastaba. Me acostumbraba a su presencia, como si necesitara andar a su alrededor, asegurarme de que ella estaba bien.


"...Podría hacer crepes". Agregue y su suave risa no tardó en llenar mis oídos.


"Entonces no hay manera de negarme a la invitacion". Respondió aún divertida.


"Eso creí". Me acerqué a ella de manera que nuestras respiraciones se encontraran, y que su olor me envolviera. "Paso por ti después de la comida"


"Perfecto". Dijo de manera que apenas alcancé a distinguir.


Con actitud titubeante, alzó sus manos y las posó de manera suave a cada lado de mi rostro. Mi mirada cayó en la suya de forma intensa, intentando predecir sus proximos movimientos. Cuando sus labios tocaron de manera tímida los míos, entonces acorte la distancia milimetrica que los separaba y me envolví en su sabor particular.


Fueron unos escasos segundos que pude disfrutar sus labios, cuando envolví sus manos con las mías, acariciandolas mientras separaba nuestros labios y unía nuestras frentes.


"Quiero que sea mañana". Confesé dejando castos besos por su mejilla.


"Yo tambien". Soltó en un suspiro.


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¡Ey! aquí un nuevo capitulo :D Creo que me emocione jajsajkshda quedó bastante...extenso. El proximo capitulo se biene bien, les adelanto que Jake participa, solo eso :)


Respecto a actualizar el blog de La Historia Continua, me encantaría actualizar este fin de semana. Ojalas así sea.

Saludos! y porfavor comenten. Cuando no hay más que un comentario, la verdad es que no dan ganas de escribir :)

3 comentarios:

  1. HOLA CHICA

    WAO EL CAP ESTA GENIAL ME ENCANTA PLZ PUBLICA PRONTO BESOS TQM

    CATHERINE

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  2. Ola!
    Te qedo demasiadooooo largooo pero sigue haciendolo amoo los capitulos largooo :D me parece estupendo qe Bella haya presentado a Edward como novio a su padre :D y qe se vaya a ver al otro es emocionanteee :D qe ira a pasar. sigue publicando porfaaa no dejes de hacerlo yo siempre me estoy metiendo a tus paginas aver qe has publicado..cuidateee muchooo :P

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  3. Cony Cullen Pattinson18 de noviembre de 2011, 11:32

    Ola cuando publicaras un capi nuevoooo :( quiero sabes como seguira la Historiaaa publicaaa :D

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