jueves, 8 de septiembre de 2011

Cap.17 Mentira

POV: Edward.

Lleve una de mis manos al bolsillo de mi pantalon mientras observaba el caracteristico efecto espejo que queda luego de un día lluvioso. Las distintas tonalidades de verdes se fundían entre sí tras el gran ventanal de mi habitacion, regalandome una vista excepcional.



Hacía hace algunos minutos se había marchado Bella. Había insistido en que no conduciera por el asfalto humedo, pero siendo terca como ella sola, había ganado la discusion desarrollada entonces.



Siendo hijo del doctor del hospital de Forks, sabía muy bien que el número promedio de accidentes era no mayor a diez accidentes diarios, de los cuales uno o a veces ninguno eran casos de gravedad. Sin embargo, lo preocupante es que de los diez casos, al menos siete son por accidentes automovilisticos provocados por las lluvias.



A Bella le importó en lo más mínimo mis justificaciones, y señalando que si bien había una alta probabilidad de que se accidentara de camino a casa, ella prefería confiar en el porcentaje restante que indicaba que llegaría a salvo.



"Bella ha llamado". Me sobresalté al momento en que la voz de Alice se coló en la habitacion."Dice que ha llegado bien y que puedes estar tranquilo"



"¿Por que no me la has pasado?". Me volteé a verle enojado.



"Me ha pedido que no lo haga. Vamos, Edward, nadie quiere tus regaños. Además, está bien y no es para tanto, todos los días ocurren miles de accidentes automovilisticos"



"Sí, pero me importa en lo más mínimo mientras uno de esos no involucre a Bella"



"¿Sabes lo cursi que pareces al preocuparte así?". Su rostro se contraía en el intento de no estallar en risas.



"No fastidies, Alice"



"Tranquilo hermanito". Una pequeña sonrisa amistosa ocupó su rostro, y era algo extraño, no era una de sus sonrisas burlonas o divertidas, si no una sonrisa tranquilizadora.



"¿Desde cuando me vez así?". Urgí.



"Te veo feliz, Edward...". Se encongió de hombros.



"Oh...no quiero hablar de temas profundos, no con mi hermana". Me volteé nuevamente hacia el ventanal tomando un gran respiro. Pero debí saber que Alice no es de las que se rinde al primer intento, y luego de oír el sonido de sus pies moviendose por la habitacion se olló el cerrar de la puerta y luego más pasos hasta que estuvo a mi lado.



"¿Y con quien más hablarías?". Giré mi rostro y me miraba espectante."¿Emmett?¿Rosalie?, Jasper quizás..."



"En vista de las posibilidades, escojo a Jasper". Su pequeña mano transformada en un puño choco con debilidad en mi brazo.



"Deja las boberías y hablemos. Por lo que veo todo va muy bien con Bella, nunca te había visto más ena..."



"No lo digas". Interrumpí en el momento preciso que se prestaba a anunciar la última palabra.



"Oh, Oh. Edward". Una mirada drástica acompaño a su tono ahogado."No me digas que después de todo, ahora tienes el sintoma de pánico del amor"



"Claro que no, es solo que no creo que estemos en ese nivel"



"¿Y si mirarla como si fuera la única mujer en orbita no es estar enamorado, entonces dime que demonios es eso?". Sus pies comenzaron a moverse como si de un león enjaulado se tratara."No seas idiota, Edward. Después de todo no eres tan inteligente como creía..."



"Alice, no digo que no este abierto a la posibilidad, solo digo que aún no es tiempo..."



"Edward, no hay tiempo, cuando es, solo se siente". Me envió una última mirada y salió de la habitacion.



¿Amor?. Y como se supone que este enamorado, quiero decir, no hay duda de que siento algo por Bella. Isabella es la mujer más bella, en todo sentido, que conozco y que llegaré a conocer. La quiero, pero...¿Es amor?



POV:Bella.



"¡OH DIOS MIO!".Su voz contenía un abizmo de reproche, pero principalmente sorpresa y alegría."¡¿Como no me lo haz dicho antes?!



"Sabía como reaccionarías". Acomodé el auricular del telefono en mi oreja, y desde mi posicion en la cama alcancé un libro que estaba leyendo desde hace unos días.



"Espera un segundo, en este instante sacaré un boleto de avión"



"¡Oh no, mamá".Sabía perfectamente de que ella no bromeaba.



"Vamos, Bella. Mi única hija tiene un novio, debo conocerlo. Dime,¿es lindo?"



¿Lindo?, no creo que esa palabra fuera la adecuada para describir a Edward.



"¿Es lindo?". Volvió a insistir ante mi silencio.



"Sí, mamá. Lo es, creeme"



"¡DIOS, LO QUIERO CONOCER!"



"Sí...Ey, aún me quede algo de tiempo de vacaciones, pensé en visitarte. Ya sabes, el resto del año estare en el instituto y no creo poder hacer un espacio libre"



"¿O cierto muchacho no te dará tiempo?"



"No, no es por Edward"



"Bien, como digas. Entonces...¿Espero a dos o a uno?"



"Solo yo, mamá"



"Agua fiestas"



"Vale, estoy en algo. Nos vemos luego, te llamare cuando tenga el boleto de avion"



"Te espero hija, te extraño. Y ya sabes...no tengo problema en que traigas a un acompañante". Añadio entre risillas.



"Adios mamá, tambien te extraño".Me despedí sonriendo por su satisfaccion.



No pude evitar quedarme sonriendo por un segundo más despues de terminar la llamada, hablar con Reneé siempre era aliviador, su espíritu siempre parecía saber de alegrías y eso me hacía feliz.



Luego de un suspiro busque la pagina del libro en la que había quedado y me acomodé entre las mantas de mi cama para leer.



Alrededor de la media noche, cuando me prestaba a dejar la lectura, sonó mi movil por lo que rápidamente lo alcancé para que el sonido no despertara a Charlie, y mientras pulsaba el boton para contestar, con la otra mano deje el libro en mi mesita de noche.



"Diga". Hablé desconcentrada haciendo equilibrio para no caer de la cama después de dejar el libro.



"¿Has decidido que ya es suficiente de Cumbres Borrascosas?". Su voz aterciopelada llegó desde el otro lado.



"Edward". Exprese sorprendida.



"¿Te he despertado?, lo siento...pensé..."



"¡No!".Exclamé bajito."Estaba leyendo".Confirmé mientras me acomodaba mejor en la cama."¿No eres tú el que debería estar durmiendo?"



"No podía dormir, pero si tu quieres hacerlo puedo cortar..."



"No, no te preocupes. Está bien"



"Entonces...espera un segundo".Pidió y pude oír unos movimientos, cuando vislumbre unos faros de coche fuera de la casa, lo que era muy extraño a estas horas de la noche en Forks.



"Creo que alquien está afuera".Hable en voz alta olvidando que estaba hablando con Edward por el movil.



"¿Sí?, deberías mirar por la ventana". Obedecí a Edward y abandonando el calor de las mantas camine hasta la ventana. Fue mayo mi sorpresa cuando apoyado en un flamante volvo estaba Edward con su movil en la oreja."Sorpresa".Una gran y deslumbrante sonrisa adorno su rostro.



"¿Es una especie de costumbre ir a las casas de tus novias a media noche cuando su padre duerme?".Pregunté a lo que él asintió desde su posicion.



"Aunque no diría costumbre, eres la primera".Por suerte se encontraba bastante lejos de mi como para notar el sonrojo que apareció como de costumbre."Siento si mi voz no sale bien, hace bastante frío aquí afuera".Una maliciosa sonrisa y unos pícaros ojos se clavaron en mi.



"¿Y esa es la estrategia que tienes para colarte en mi habitacion?"



"Si lo ves así...Espera un segundo". Entonces terminó la llamada y guardo su movil, luego se acerco a mi ventana desde el primer piso y con una habilidad extraordinaria trepó por el árbol ue alcanzaba la ventana desde un costado.



"Edward...cuidado". Susurré.


"Descuida". Y en menos de lo que alcanzé a preocuparme él ya alcanzaba el muro de la ventana.



"Voy a entrar". Me aparté para que pudiera entrar con facilidad y entonces en unos segundo ya estaba dentro. "Hola". Dijo después de un largo suspiro.



"Hola". Reí por lo bajo y entonces un ligero viento me envolvió provocandome escalofríos.



"Cerrare esto". Anunció volviendose rápidamente y cerrando la ventana. Entonces me di cuenta de mi amistoso pijama, un short y camiseta vieja.



Roja como nunca, fui directo a la cama y me envolví en las mantas.



"Mejor". Se volvió nuevamente y al percatarse de mi nueva posicion, se fue a sentar a un costado de mi cama. "No quiero molestar, si..."



"Edward". Me incorporé para acercarme un poco más, despojandome un poco de las mantas. "No me molesta que estes aquí". Tomé una de sus manos y le sonreí.



"No podía dormir, y quería verte, no me di cuenta cuando ya estaba fuera de tu casa". Sonrió de vuelta pero parecía tener remordimiento. "No volverá a suceder". Sus ojos esmeraldas calaron en lo más hondo de los míos y su mano libre acarició mi mejilla.



No fui prevista de mi reaccion cuando mi rostro se inclinó hacia el de él, y el suyo se inclinó hacia el mio, nuestros labios chocaron y antes de que él se retirara como de costumbre, mis manos fueron hacia su rostro y lo atrajieron un poco más. Uno de sus brazos se apoyo en el colchón tras mi espalda por la inclinación de su cuerpo, y su otra mano se posó con suavidad en mi cintura.



Fue una nueva ola de sensaciones, un cosquilleo en cada zona de contacto, y se sentía demasiado bien.



Cuando sin darme cuenta lo tiraba más hacia mi, él terminó el beso sin alejarse.



"Quizás puedas venir de nuevo". Me las arreglé para decir sin aire. Su única respuesta fue una risilla y dejó un casto beso en mis labios para alejarse definitivamente.



"Quizás deberías dormir". Tomó las mantas desarregladas y me cubrió. "Descansa". Con sumo cuidado inclinó su rostro y dejó un beso en mi cabeza.



"No tienes que irte aún"



"Tranquila, esperare a que duermas". Y a pesar de que luche por mantener mis parpados abiertos, parecía como si una fuerza natural luchara contra mi voluntad, y antes de lo que quería, morfeo me había llevado con él.



Por la mañana me desperté envuelta en la esencia de Edward, una buena manera de despertar por cierto. Charlie había dejado una nota diciendo que debió marcharse temprano y que volvería tarde, un desastre en la carretera o algo así.



Debía recordar no comentarle nada a Edward, seguro me haría reconocer que él tenía razón.



Después de la comida, y con bastante tiempo libre, me decidí por ordenar mi habitación.



Estaba acomodando el último libro de mi pequeña repisa en un extremo de la habitacion cuando escuché acercarse el ruido estruendoso de un motor, segundos despúes de apagarse el sonido, los golpes-sin ningún patrón definido-llamaron a la puerta de mi casa.



Dejé rápidamente el libro en su lugar y a la velocidad máxima que me permitió mi cuerpo, bajé a abrir la puerta. Cuando tomé la perilla y tiré de la puerta, me sorprendí al ver a una gran figura de espaldas moviendo el pie con impaciencia, era imposible confundir su cabello negro y postura desgarbada,Jake.



"Ey". Llamé, y al instante se volteó.



"¿Ey?".Sus oscuros ojos negros me miraron con reproche. "¿Eso es todo lo que me dices?"



"Lo siento, Jake. Charlie me dijo que habías llamado pero se me olvidó por completo". Me hice hacia un lado para que pudiera pasar, y cuando lo hizo me envió una gran mirada de descontento.



Se dirigió directamente a la sala murmurando cosas.



"¿Que es lo que te mantiene tan ocupada este último tiempo?". Inquirió.



Sus palabras llegaron con cierto ataque, como si esperara descartar una respuesta. Y por eso mismo analicé muy bien mi respuesta.



Sabía que Jake no aceptaría de ninguna manera mi relación con Edward, y no era conveniente contarle esa noticia por ahora, ya bastante tenía con su enfado por no haberle llamado.



"Nada en particular"



"Bella, eres un horrible mentirosa. En verdad, no lo intentes". Se cruzó de brazos mientras se apoyaba en el espaldar del sofá.



"Es verdad". Preferí voltearme y caminar hacia la cocina, para evitar que me descubriera. Él tenía razón, era una pésima mentirosa.



"He escuchado a Charlie comentarle a Billy que pasas bastante tiempo en casa de los Cullen". Caminó tras de mi y se sentó en una de las sillas de la cocina mientras yo lavaba una manzana.



"Sí, Alice, ya sabes". Evité su mirada mientras le daba un mordisco. "¿Quieres una?"



"No te creo"



"¿A que estamos jugando, Jacob?, vienes a interrogarme, o algo parecido. Porque sí es así, puedes venir otro día..."



"Lo siento". Me interrumpió con voz culpable, lo que me hizo sentir culpable a mi. Él no tenía la culpa de que yo fuera una pésima amiga. "Es solo que estoy enfadado porque no tengo noticias de ti desde el paseo a la playa, no quise enfadarte"



"No, Jake. Perdoname tu a mi, soy una pésima amiga, debí llamarte"



"Tienes razón, eres una pésima amiga". Respondió con una gran y reluciente sonrisa.



"Sí, muy gracioso". sonreí junto a él.



"Entonces...¿Que me dices?"



"No demasiado, planeo un viaje a New York"



"¿Renné, eh?". Asentí en respuesta. "¿Por cuanto vas?"



"Por un fin de semana, antes de terminar las vacaciones"



En ese instante el movil de Jacob comenzó a sonar y luego de cruzar un par de palabras él anunció que debía irse, pero que no me libraría de él fácilmente.



"Billy me ha encargado algunas cosas del mercado". Comentó con desgano mientras se ponía de pie. "No quería irme tan luego".

Caminamos hasta la puerta y lo acompañé hasta la motocicleta aparcada en la entrada.



"Nos vemos pronto". Se volteó y me envolvió en un fuerte abrazo contra su pecho, por mi parte solo alcanzaba a rodear su cintura.

"Eso espero". En el mismo instante en que Jake me liberaba y conseguía volver a mi posicion, me percaté del volvo aparcado unos metros más atrás. Edward se bajó del seguido de un sonoro portazo, lo que hizo que Jake se volviera hacia él.

¡Perfecto!

"¿Que hace él acá?". Preguntó Jake volviendose a mi.
"Es...Alice,se le quedó su móvil ayer y mandó a Edward por el".No quise mirar a Edward en el momento que mentí descaradamente, solo agaché mi mirada y luego de que Jake se subiera a la motocicleta levanté mi vista para despedirme por última vez.

La motocicleta desapareció muy rápidamente y de pronto sentía verguenza de voltearme a ver a Edward, pero lo hice, es lo mínimo que podía hacer.

Él estaba con las manos en los bolsillos de sus vaqueros, con postura serena y su pecho subía y bajaba a un compás demasiado suave. Unos rebeldes mechones de su cabello me guiaron a sus ojos que me miraban sin ningún tipo de sentimiento.

"Edward...".No tenía absolutamente nada más para él.

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Perdón por el retraso, estoy de vacaciones asi es que espero publicar más seguido, solo recuerden comentar :)

lunes, 15 de agosto de 2011

Cap.16 A pequeños pasos

Pov: Bella.

Su cuerpo se movía con la gracia propia de su elegancia. Iba de la despensa al mesón de la cocina , y así varias veces. Me parecía divertido como su ceño se fruncía de forma conspiradora cuando no hayaba algo, y murmuraba constantemente para sí mismo.

"Harina...".Sus ojos volaban de aquí hacia haya. "Ya está...creo".

Cuando finalmente estuvieron todos los ingredientes sobre la mesa, sus ojos me miraron divertidos.

"¿Estás seguro que has estado antes en la cocina?". Bromeé.

"Oh, oh...señorita Swan, eso es una ofensa". Rodeó el mueble para llegar a mi y dar un ligero beso en mi cien para tenderme una cuchara y un bol. "Procuraré visitar más este lugar de la casa". Y con una sonrisa torcida que atoró el aire en mis pulmones por unos momentos, se alejó hasta el otro lado de la mesa.

Lo cierto es que en el último tiempo las cosas con Edward eran más fluídas, me había acostumbrado a su cercanía de cierto modo...Porque era imposible acallar los nervios cuando sus brazos me rodeaban, o sus labios se unían en un simple roce con los míos.


Se podía decir que ibamos a un ritmo lento, y lo agradecía. Edward parecía percibir mis ideas y procuraba hacerme sentir comoda.


"¿Seguro que Esme permitió que ocuparamos su cocina?". Pregunté mientras batía los huevos en el bol, según sus indicaciones.


Los días que nos quedaban en Ronald Beach pasaron sin darnos cuenta y más pronto de lo que hubiera querido, nos encontrabamos de vuelta en Forks. Desde que habíamos regresado, no había día en que no hubiera visto a Edward.


"Claro, aunque no estuvo demasiado segura hasta que le aseguré que tú me surpevisarías". Reí ante su confesion. "No veo la razón por la que me vean como una amenaza, solo es la cocina, no puede haber gran ciencia".


"¿Lo dice quien solo se ha preparado leche con cereal?". Levantó su vista en una mirada amenazadora.


"Recordaré no volver a dejar que Esme influya en ti". Sonreí y seguí con mi tarea.


Más tarde me encontraba observando como Edward intentaba conseguir que los crepes se cocieran de forma adecuada. Movía la sartén para esparcir la mezcla de forma homogenea y una sonrisa de satisfaccion adornaba su rostro cuando cumplía con el obtetivo.


Por mi parte era la encargada del relleno, nada muy difícil. Solo debía poner manjar en las tortillas y luego enrollarlas.


"Se ven muy bien, estoy orgullosa"


"La verdad es que nunca dudé de mis habilidades". Espetó con aires de suficiencia.


"Oh, muy modesto". Reí.


En ese mismo momento Alice cruzó la puerta con su característica euforia.


"¡Bella!". Sus delgados brazos me envolvieron en un abrazo que correspondí. "Dios, parece que no te viera hace siglos". Me liberó de su agarre, a lo que volví a mi tarea.
"No es para tanto, Alice". Apunté.


"¿Bromeas?, solo te he visto dos veces desde que llegamos de Ronald Beach". Inclinó su cuerpo en el mesón de forma que observaba con atención como esparcía el manjar por la masa.


"¡Hola para ti tambien, Alice!". Saltó Edward desde el otro lado. "¡Sí, tambien me agrada verte!"


"Tú te puedes callar, hermano. Es por tu culpa que Bella ahora no tiene tiempo para sus amigas"


"Sí, tambien te quiero". Respondió con ironía el aludido.


"Esme me ha comentado que Edward le había dado por jugar en la cocina, o algo así". Fue necesario aplicar todo mi esfuerzo para nor reír ante su burla, a la que Edward respondió con un bufido. "Así es que he aprovechado para saludarte, ya que mi querido hermano no te da un respiro"


"Alice, estoy aquí". Se quejó.


"Si ya lo veo, Edward". La duendecillo rodó los ojos. "Entonces...Mañana es día de chicas". Se volvió hacia mi con una sonrisa persuasiva.


"Querrás decir...Día de compras". Añadí sin entuciasmo.


"Si lo ves de ese modo...". Edward se había pronunciado pero Alice lo calló de inmediato. "¡De chicas, Edward!, no creo tener que explicar lo que eso significa"


"Solo creí que necesitarían a alguien que cargara las bolsas". Objetó.


"No gracias, no es necesario". Le cortó. "Además, un respiro le hará bien a Bella"


"Alice...". Iba a protestar pero la mirada amenazante que me propinó, se llevó todas las palabras en mi boca.


"Bien, entonces paso por ti en la mañana". Me dirigió una sonrisa de entuciasmo y cogió uno de los crepes ya preparados. "Mm...felicidades". Saboreó. "Te han quedado bien, Bella"


"¡Jesús!". Exclamó Edward con frustracion cuando Alice salía riendo. "Ella si que sabe como fastidiar"


Tiempo más tarde, nos encontrabamos en el sofá de la sala comiendo-deborando por mi parte- los crepes, que por cierto habían sido los mejores que había probado en mi vida.


"¿No están tan mal, eh?". Inquirió con una sonrisa sujestiva.


"Sí, puedes alardear". Golpeé de forma juguetona sus costillas.


"Aunque no puedo dejar de reconocer la participacion de cierta bella dama". Una sonora, pero melodiosa carcajada salió de su garganta cuando notó como mis mejillas comenzaban a encenderce. Sí, le causaba una peculiar diversion ver como me sonrojaba.


"Venga, será mejor que te lleve a casa antes de que Charlie se preocupe". Dijo una hora más tarde.


Sin protestar, me mostré de acuerdo.


Charlie no estaba enterado de mi noviazgo con Edward, y es que prefería darle un tiempo para que la noticia no le tomara muy de sorpresa. Desde la llegada de la playa había estado enterado de mis salidas con Edward durante la semana, y podía ver como un ligero tono de sospecha se colaba en su voz ahora último.


"Este sabado podrías venir a casa...". Comenté con despreocupacion cuando estabamos en su carro aparcado frenté a mi casa.


"Pero..."


"Ya es tiempo". Le corté al saber a que se refería. "Charlie debe sospechar algo"


"Vale, entonces...está bien". Reí al notar su tono nervioso.


"¿No me digas que ahora estás nervioso?". La verdad es que era Edward quien había insistido en hablar con mi padre, según él quería hablar frente a frente a él y todas esas cosas que se suponía que debía hacer un novio, algo de presentarse como se debe...
"No, sabes que lo esperaba. Solo me ha pillado de sorpresa"


"Intentaré que no sea tan rudo". Él rió ligero y se acerco de forma lenta esperando a que asimilara lo que pretendía. Y era en ese momento en que mi respiración se sostenía.


"Respira Bella...". Susurró con sus labios rozando los míos.


¿Como pretendía que asimilara sus palabras si me lo decía...así?


En un movimiento suave, unió nuestros labios en lo que pareció una fraccion de segundo. Vale, quizás ir más rápido no sería tan malo.


"Me gustaría decir: Te veo mañana. Pero Alice ya se a encargado de anular esas posibilidades...". Su frente estaba pegada a la mía, y su aliento limitaba mi capacidad de acciones. "Nos vemos el sábado". Depositó un beso en la comisura de mis labios y se alejó para dejarme salir.


"Nos vemos". Concordé algo ida, y caminé con una sensacion de mariposas revoloteando en mi estomago.


Sí, esa sensacion tan nombrada no era solo de cuentos, era real. Se sentía real.


"Hola, papá". Saludé a Charlie recostado en el sofá viendo television.


"Hola, Bella". Giró su rostro para mirarme por un segundo y luego lo volvió a su posicion inicial. "¿Todo bien?"


"Sí, todo bien"


"Ese muchacho...". Lo pensó por un momento sin quitar la vista de la pantalla. "...Edward". Finalizó queriendo parecer como si no fuera algo de poca importancia. "...¿Es el hijo del Doctor Cullen, no es así?"


"Sí, el mismo"


"¿Es...ya sabes...tu...?". La verguenza en su voz le delataba.


Charlie no era una de esas personas entrometidas, solo se encargaba de conocer lo importante y por lo demás me permitía ver por mi sola. No es que no creyera que él no fuera una persona confiable, pero ambos, tanto él como yo, eramos personas reservadas.


"Sí...". Le observé atenta desde mi posicion. Él solo asintió sin girar en ningún momento. "Él quiere presentarse formalmente...Ya sabes, venir a casa y estrechar tu mano". Comenté rodando los ojos.


La verdad es que Edward era bastante caballero...por no decir anticuado, en algunos aspectos.


"Oh...". Se carcajeó con ligereza. "Venga, no sabía que eso aún se hacía. Muy considerado de su parte"


"Papá, solo no lo incomodez. No se quedará demasiado"


"Entendido, entendido. No es que lo fuera a recibir con la escopeta, ni nada..."


"Es en serio, no lo hagas". Dije de pronto con angustia al crear la imagen mental de la cara horrorizada de Edward al estar frente a un Charlie armado.


"Vale, lo prometo. ¿Estrechon de manos, no es así?"


"Sí". Asintió conforme. "Buenas noches"


"Buenas noches"


Subí las escaleras y depués de un baño, no tarde demasiado en caer rendida. El solo pensar lo que me esperaba durante el día siguiente consumía mis energías.


No fue muy diferente a lo que me imaginé. Alice me recogió temprano y luego de un café matutino, charlas, compras, más compras, más y más compras, la comida, charlas...el día pasó.


Eran las ocho de la noche y porfin mis piernas se daban un respiro. Aunque, la condicion de mis brazos no era muy diferente, ya que Alice y Rose compraban como desquiciadas.


"No puedo esperar a usar todo lo que hemos comprado". Comentaba Alice en la cena.


Habíamos decidido comer algo en un pequeño restaurant que encontramos en Port Angels.


"Alice, es probable que me muera antes de usar todo lo que has comprado"


"Exageras. Además, no puedo esperar a ver como Edward babea literalmente cuando te vea".


"Alice...". Mis tonalidades variaron en tonos que no quería imaginar, a lo que ambas rieron. "...No me siento bien si además pagas todo"


"Son los regalos de cumpleaños y navidades que nunca te dí". Explicó como si lo que me dijiera tuviera demasiada logica.


"Alice, ni siquiera nos conociamos"


"¡Exacto!, recupero el tiempo perdido". Me guiñó un ojo a lo que bufe.


Parecía imposible ganarle a esa duendecilla.


Durante todo el día no había podido hablar con Edward. Él me había llamado algunas veces, pero Alice se había encargado de arrebatarme el movil antes de poder reaccionar a cogerlo. Dijo que no era justo, solo era un día que podiamos estar solo nosotras, y que no moríria si no hablaba con Edward. Terminé cediendo, sin embargo, optó por quedarse con mi movil el resto del día.


"Venga, Alice. Puedes regresarme el movil". Insistí cuando casi todas terminabamos nuestros platos.


"Hablando de Roma...". En ese instante la música de mi movil comenzó a sonar, y Alice lo cogió enseguida. "Como vuelvas a llamar...". La voz amenasante de Alice se apagó a unas cuantas palabras. Por mi parte la miraba espectante, a lo que Rose sonreía divertida. "No te atrevas...". Su ceño se frunció agudo. "Vale, te propongo algo...Tú puedes llevarla a casa". Silencio. "Sí, sí, te odio. Dios, nadie podría creer que eres mi hermano". Cortó con suspiró de derrota.


"¿Que ha pasado?". Preguntó Rose por mi.


"El idiota de Edward. Ha ganado por hoy..."


Durante el camino me enteré que Edward iría a dejarme a casa. No pude resistir la carcajada y el monton de lagrimas que me salieron cuando vi la cara de Alice contraerse en horror al contarnos de la amenaza de Edward para conseguirlo. Él con tono muy decidido, según Alice, le había dicho que si no le dejaba hablar conmigo quemaría toda su ropa, a lo que Alice cedió enseguida.


"Es un animal". Había comentado con enojo.


Cuando llegamos a la casa de los Cullen, un sonriente Edward nos esperaba sentado en las escaleras que daban a la entrada.


"Sonrie lo que quieras...". Le espetó Alice cuando pasó por su lado.


"Es muy agradable hablar contigo". Replicó él. Y con su belleza deslumbrante se puso de pie para abrir sus brazos en señal de que me acercara, a lo que obviamente obedecí de inmediato.


"Hola". Saludé torpemente.


!Que inteligente, Bella!


"Hola". Rió ligero. "¿Como ha ido la tortura de las compras?"


"Bastante...agotador"


"Ya lo imaginó". Dió un tierno beso en mi mejilla y pasó sus dedos por el mismo lugar.


Su mirada estaba muy fuera de mi alcance, la intensidad de su contenido ponía mis piernas a temblar y el brillo en sus ojos hacía que mi corazon se dilatara de manera imposible. Casi podía oír como la sangre corría por mis venas con tal adrenalina que me mareaba.


"Edward...". Sentía que debía decir o hacer algo. Pero no estaba segura de que era exactamente.


"Dime". Acunó mi mejilla en su mano y con el pulgar dio suaves caricias a mi piel.


"Te extrañe". Dejó relucir sus perfectos dientes en una sonrisa arrebatadora.


Sí antes me costaba mantenerme de pie, entonces ahora era un trabajo casi sobrenatural.


"Yo tambien". En ese momento sentí como si nos hubieramos acercado de una manera más que física. Una calidez arrolladora me invadío, y se sintió bien. "¿Lista para ir a casa?". Preguntó con una sonrisa, a lo que asentí correspondiendole el gesto.


Momento más tarde su carro aparcó fuera de mi casa y concordamos su visita mañana por tarde.


"Buenas noches". Unió sus labios con los mios por un segundo y se alejó como de costumbre.


"Buenas noches, te veo mañana"


Al día siguiente todo sucedió como lo normal. Charlie se encontraba de buen humor y algo me decía que tenía que ver con la visita de mi novio hoy por la tarde. No dejaba de hacer bromas al respecto.


"Ya me puedo imaginar que dirá Renee cuando se enteré. Tomará un vuelo al mismo instante para venir a conocerlo". Se carcajeó en el desayuno.


"No puedo ni imaginarlo". Jadeé horrorizada por la idea. Una cosa era permitir que Edward hablara con mi padre, y otra muy distinta era pirmitir que mi mamá acosara a Edward de preguntas, muy a su estilo.


No era demasiado loco pensar que Renee viajara kilometros solo para ver a Edward con sus propios ojos. Por un lado, Edward era tecnicamente mi primer novio y Renee moriría de la emocion al saber que su hija comenzaba a abrirse a las ramas del...amor.Un estremecimiento me recorrió de pies a cabeza.


"Oh, lo había olvidado. Jake a preguntado por ti, me ha pedido que te dijiera que le llames". Asentí algo sorprendida. Había olvidado por completo a Jake y un sentimiento de culpa se apoderó de mi.


¿Que clase de amiga soy?


"Gracias, papá. Le llamaré en cuanto pueda"


"Vale, entonces nos vemos en la cena. Tengo unos asuntos que atender en la comisaría". Dió un último mordisco a su tostada y un sorvo a su café para coger su abrigo y despedirse con un gesto de manos.


"Nos vemos". Concordé recogiendo la vajilla del desayuno.


Entre las tareas de la casa y exprimirme el cerebro pensando en que hacer para la cena, el horario de llegada de Edward llegó muy rápido.
La carne asada se estaba horneando mientras preparaba la salsa que la acompañaba y el puré de papas, cuando Charlie llegó.


"Vamos, Bells. Ve a cambiarte, yo me encargó". Le hubiera saltado encima a Charlie del agradecimiento si es que hubiera tenido algo de tiempo.


Cogí algo rápido. Un jeans azul y una polera gris con detalles en el bordado, y mis convers. Estaba terminando de atar los cordones, cuando el timbre sonó.


Hubo un segundo en el que la sangre en mi interior se detuvo procesando lo que eso significaba. Cuando mi cerebro volvió a funcionar corrí por las escaleras hasta la puerta con una destreza que jamás creí que tendría.


Le di un vistazo a Charlie quien apagaba la llama del horno y de la salsa, dandome una pequeña sonrisa.


Con un largo suspiro tomé la manija de la puerta y la giré tirando de ella hacia mi.


Allí, con la luz del pequeño bombillo de porshe dando de lleno en sus cabellos cobrizos, se encontraba Edward con aspecto...deslumbrante. Su camisa azul cielo tenía los últimos tres botones desabrochados, dandole aspecto despreocupado. Sus brazos estaban cubiertos por un abrigo negro, y traía unos jeans oscuros.


Concentrate, Bella.


"Hola". Saludó con una sonrisa ladina.


¡Besalo!. Me gritaba una vocecilla y entonces no sabía si obedecer o solo hacerlo pasar, como si no recordara que él era mi novio.


Era evidente que Edward era quien siempre daba el primer paso para besarme, y ahora me sentía tonta al no saber que hacer.


Con lentitud me acerqué a su cuerpo tranquilo frente a mi, y luego de estirarme lo suficiente, alcancé sus labios. El acto lo tomó por sorpresa y me sostuvo por la cintura para ayudarme.


Fue él quien rompió el beso, y agradecí que fuera así. Se me había olvidado por completo que mi padre estaba dentro.


Con el rostro más rojo de lo habitual, y con una sonrisa de Edward, aleje mi rostro y retrocedí los pasos avanzados.


"Vamos". Me siguió de cerca mientras lo llevaba hasta la cocina, donde Charlie sacaba una cerveza del frizer.


"Papá". Llamé. Su cuerpo giró cerrando la nevera y sosteniendo la lata con una mano. Su mirada estudio rápidamente al hombre a mi lado.


"Jefe Swan". La voz varonil de Edward se coló por la habitacion en tono determinado y formal."Soy Edward Cullen". Se acercó un paso y ofreció su mano.


"Edward". Dijo a modo de saludo mi padre, y estrecho la mano de Edward con fuerza.


"Serviré la cena". Anuncié.


Charlie asintió y tomó lugar en la pequeña mesa.


"Puedes sentarte, muchacho". Edward obedeció y tomó lugar al otro extermo de la mesa, quedando de frente a Charlie.


Con apuro serví la carne asada con la salsa, y el puré a un lado. Deposité los platos correspondientes a cada quien y me senté entre Edward y Charlie.


"Oh, Bells. Está muy bien". Elogió Charlie masticando el primer bocado. "Entonces, Edward. Conozco a tu padre, Carlisle, un buen profesional".


"Sí, le gusta lo que hace"


"Es admirable, podría estar en los mejores hospitales del Estado si lo quisiera, y sin embargo escogió Forks"


"La verdad es que a mis padres les agrada la tranquilidad, Forks es un buen lugar"


"Estoy de acuerdo, es bastante tranquilo". Escuchaba con atención lo que ellos hablaban y me pareció una buena señal el que Charlie llevara la conversacion por aguas ligeras.


En algun punto la conversacion se desvió al beisbol y decidí que ese era el momento de salir. Enviandole una mirada rápida a Edward me pusé de pie y comencé a retirar la vajilla. Él por su parte asintió en respuesta y siguió a Charlie a la sala.


Me parecía divertido la pequeña discusion que se extendía en la sala. Edward alavaba a los Medias blancas de Chicago debido a que era su ciudad natal, y Charlie defendía a los Nacionales de Washington.


Cuando consideré que era tiempo de volver, fui hasta la sala y me encontré con Edward y Charlie sentados en el sofá viendo el beisbol. Mi padre parecía un niño pequeño en su cumpleaños, ciertamente Edward se había ganado varios puntos por su gusto al beisbol, si es que ya no se había ganado por completo a mi padre.


"Esta temporada ganaremos la liga". Comentó Charlie con sus ojos hundidos en el televisor.


"Ya veremos". Respondió Edward sonriente.


Al percatarse de mi presencia sonrió aún más, pero con calidez. Se puso de pie y solo ahí Charlie desvió su atencion hasta Edward, y le imitó.


"Jefe Swan, ha sido un placer conocerle"


"Lo mismo digo muchacho". Ambos estrecharon sus manos. "Nos encontraremos en las finales". Bromeó mi padre.


"Claro". Concedió Edward, y se acercó a mi para seguirme a la salida.


Caminamos hasta la acera, frente a su volvo.


"Le agradas". Apunté cuando nos detuvimos.


"Eso parece". Dijo en un encogimiento de hombros.



Pov: Edward.


El padre de Bella era exactamente como Bella me había advertido. Un hombre de pocas palabras, reservado, pero sin embargo agradable.


No había que ser adivino para saber que detrás del hombre reservado que era, había un gran amor por su hija.


No olvidaría la conversacion que tuvimos en algún momento en la sala. Él había llamado mi atencion en voz baja de forma que Bella no pudiera oír lo que me iba a decir.


"Muchacho, no intentes jugar con mi hija. Puedo ser un infierno si me lo propongo". Había dicho sin dejar de mirar la television.


"Yo..."


"Se lo que me vas a decir, y no necesito que me prometas que cuidaras de ella y que no la dañaras, porque es probable que no te crea. Soy hombre, y en algún momento fui un joven como tú y se que a esta edad solo será un noviazgo". La tranquilidad en su voz daba escalofríos. "Pero lo único que tienes que hacer, independiente en como se desarrolle esto, es asegurar que Bella no saldrá dañada"


"Entiendo, Jefe Swan". Fue lo único que pude decir.


¿Que más podía hacer?, si bien él había sido amable conmigo, era logico pensar que yo no era,ni sería, su hombre favorito en la tierra. Era el novio de su única hija, y probablemente pasaría bastante tiempo antes de que él creyera que no era un peligro.


"¿Paso por ti mañana?". Pregunté tomando una de sus manos que estaba bastante fría.


"Creo que Esme me comenzará a odiar después de verme tanto tiempo con su hijo". Comentó con una pequeña risa.


"Nadie podría odiarte". Sus mejillas se encendieron como de costumbre, en un tono carmín adorable. "Entonces...". Urgí.


En poco tiempo el pasar tiempo junto a Bella se había transformado en una necesidad. El poder tomar sus manos, o acariciar sus mejillas, hasta el hecho de un simple roce con su piel, me bastaba. Me acostumbraba a su presencia, como si necesitara andar a su alrededor, asegurarme de que ella estaba bien.


"...Podría hacer crepes". Agregue y su suave risa no tardó en llenar mis oídos.


"Entonces no hay manera de negarme a la invitacion". Respondió aún divertida.


"Eso creí". Me acerqué a ella de manera que nuestras respiraciones se encontraran, y que su olor me envolviera. "Paso por ti después de la comida"


"Perfecto". Dijo de manera que apenas alcancé a distinguir.


Con actitud titubeante, alzó sus manos y las posó de manera suave a cada lado de mi rostro. Mi mirada cayó en la suya de forma intensa, intentando predecir sus proximos movimientos. Cuando sus labios tocaron de manera tímida los míos, entonces acorte la distancia milimetrica que los separaba y me envolví en su sabor particular.


Fueron unos escasos segundos que pude disfrutar sus labios, cuando envolví sus manos con las mías, acariciandolas mientras separaba nuestros labios y unía nuestras frentes.


"Quiero que sea mañana". Confesé dejando castos besos por su mejilla.


"Yo tambien". Soltó en un suspiro.


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¡Ey! aquí un nuevo capitulo :D Creo que me emocione jajsajkshda quedó bastante...extenso. El proximo capitulo se biene bien, les adelanto que Jake participa, solo eso :)


Respecto a actualizar el blog de La Historia Continua, me encantaría actualizar este fin de semana. Ojalas así sea.

Saludos! y porfavor comenten. Cuando no hay más que un comentario, la verdad es que no dan ganas de escribir :)

sábado, 9 de julio de 2011

Cap.15 Un comienzo

Pov: Bella.

Su mirada era intensa y no lograba reaccionar. Porque de hacer algo...¿Que debía hacer?, sabía muy bien mi sentir respecto a Edward, pero de alguna forma mis miedos lograban penetrar mi mente. Estaba ese miedo a que no resultara, muy bien sabía las relaciones de Edward antes de mi, y claramente entre yo y Tanya había una gran diferencia.

Solo estos tres días habían servido para aferrarme a Edward de una manera que daba miedo, y perderlo...sería algo dificil, quizás más que eso.

Despues de lo que parecieron largas horas una pequeña sonrisa asomó en sus labios, pero sus ojos no acompañaban a la expresion.

-Si no quieres...
-¡Sí!-exclamé sorprendiendome a mi misma-Digo...sí quiero-me mostró sus relucientes dientes en una perfecta y gran sonrisa.
-Perfecto...creo que la sangre ya se me estaba yendo del cuerpo-reí junto a él y rodeé su cintura con mis brazos cuando me atrajo hacia su cuerpo nuevamente.

Allí, entre sus brazos, me sentía segura. Quería pensar que arriesgar era una apuesta aceptable, pero con perdidas, que a pesar de todo estaba dispuesta a aceptar.
Estuvimos por un tiempo abrazados hasta que el movil de Edward sonó. Me separé de él para que pudiera contestar y me dediqué a ver el hermoso paisaje.

-Alice-afirmó cuando atendió.
Luego de algunos minutos escuché un suspiró cansino y me giré hacia él.

-¿Que sucede?
-La loca de Alice quiere que regresemos-reí.
-Esta bien, es una lastima-asintió y me dispuse a caminar de vuelta cuando su mano tomó mi brazo y me volvió hacia él, fue todo tan rapido que solo fui conciente hasta que sus labios chocaron con los mios.

No podía existir mejor sensacion en el mundo que la de sus labios. Eran cuidadosos y exigentes a la vez. Pronto me encontré subiendo mis manos hasta su cuello para jalarlo aún más hacia mi, si es que era posible. Pero sus manos nos separaron antes de poder completar mi objetivo, y solo podía oír nuestras jadeantes respiraciones.

-Será mejor que volvamos-no estaba de acuerdo en lo absoluto pero no protesté.

Pov:Edward.

De camino al carro tuve que recoger a Bella más de un par de veces. Me parecía adorable mientras refunfuñaba un sin fin de cosas contra los bosques.

Finalmente llegamos a la cabaña y luego de ayudar a Bella a bajar del carro me sorprendí cuando ella tomó mi mano de camino a la entrada. Intenté esconder la estúpida sonrisa pero no podía.

Fue nada menos que Alice quien nos recibió y sus ojos volaron a nuestras manos unidas. Esa sonrisa de duendecillo ocupó su rostro y se lanzó sobre Bella para abrasarla.

-¡Al fin!
-Alice-me queje-Dejala en paz.
-¡Eres un gruñon!-se alejo para correr dentro y llamar a todos a la sala.
-Estoy seguro que no querías esto-susurré en su oído antes de entrar.
-No importa realmente.
-Tienes razón-concedí. Ella apretó mi mano en respuesta y luego fuimos hasta la sala.
-¿Es lo que pienso?-inquirió Rose cuando nos vio entrar y Alice asintió frenetica-¡Bella!-chilló emocionada. Entonces se abalanzo en un abrazo al igual que Alice y enseguida se acerco un Jasper sonriente.
-Te lo tenías guardado-palmeó mi espalda el rubio y entonces me fije en Emmett quien estaba sentado en el sofa con expresion ausente. Fruncí el ceño.
-¡Esperen!-saltó de pronto-¡¿Porque felicitan a Bella?!-inquirió poniendose de pie. Alice iba a decirle pero otra exclamacion del grandulo la callo-¡No me digas!¡Espera!-todos nos quedamos en silencio-No puede ser...¡¿Bella está embarazada?!-no se cual fue mi expresion. Emmett efectivamente era un idiota-¡Esperen!¡¿Es de Jacob?!-tuve que hacer uso de todas mis fuerzas para no gruñir-¡NO!¡Es de Edward!¡Por eso lo felicitan a él!
-¿Has acabado?-pregunté molesto.
-Sí-conestestó con voz infantil.
-Bien.
-Emmett, son novios idiota-aclaró Alice.
-Lo sabía-contestó. Todos lo miramos con interrogacion-Es solo que siempre quise decir algo así.
-Bien, ahora si te golpeó por imbecil-salí corriendo tras él y escuche unas risas.
-¡Dios, Bella te botara por tu humor de los mil demonios!-gritaba mientras le perseguía.
-¡Y a ti te botaran por ser peor que un niño de guardería!-casi le agarró pero justo dio vuelta al sofá y fui a parar directo al suelo.
-Emmett, basta-sentenció Rosalie, mientras que el grandulon se escondía tras ella.

Me puse de pie y me comencé a acercar lentamente.

-Ya basta, Edward. Ambos son unos niños-Alice me dio un ligero empujon hacia Bella antes de poder acercarme a Emmett. Ella me recibió con una hermosa sonrisa que de inmediato me hizo olvidar del por qué estaba persiguiendo al idiota de Emmett.
-Siento que hayas tenido que presenciar eso, muy común de Emmett-su respuesta solo fue una ligera risilla y depués de eso fue a su habitacion excusando que iba a tomar una ducha y cambiarse ropa.

Odiaba estar lejos de ella, aún cuando solo era por un tiempo corto. Pero debía darle espacio, no quería parecer algún tipo de novio obsesivo, y es que esto era completamente extraño para mi. Cuando estuve con Tanya esa necesidad de estar siempre a su lado no existía, ni tampoco el querer protegerla de todo, mucho menos los celos. Pero Bella, ella nuevamente me ponía en jacke y el hecho de estar en una situacion desconocida me hacía sentir vulnerable.

-¿Sabes en lo que te has metido, no?-la voz de Jasper me trajo nuevamente a la civilizacion. Miré a mi alrededor y me di cuenta que estabamos solos en la sala-Los víveres se acababan-explicó a mi interrogante.
-Uhm...¿Que dices?
-Me refiero a Bella. Ella no es cualquier muchacha.
-Losé-inspire hondo. Sabía por donde venía esto.
-Mira, Edward, ella no es mi hermana ni mucho más, pero es mi amiga y en este corto tiempo se ha ganado mi afecto-no era el único al parecer, aunque conmigo era de una forma diferente-...quiero decir, no hay que ser un gran genio para darse cuenta de que no es la típica muchacha.
-Se a que te refieres. Y no logró entender porque me dices algo de lo que ya estoy enterado.
-Solo quería que entendieras que Bella no es Tanya, ni ninguna de tus anteriores novias. Necesito saber si entiendes quien es Bella.
-Jasper, jamás he pensado en Bella como una persona como Tanya. Sé quien es y quien debo ser yo para ella.
-Solo me aseguraba-en ese instante Bella apareció en la sala con el cabello ligeramente mojado-Creo que es hora de la retirada-bromeó Jasper provocando la aparición de ese caracteristico rojo en las mejillas de ella-Estaré en mi habitacion-rápidamente se pusó de pie y desapareció entre las escaleras.

Mis ojos chocaron con un cálido color chocolate y al instante las puntas de mis labios se levantaron en una sonrisa, recibiendo una más tímida de su parte.
Sus pies se movieron lentamente hasta mi posicion en el sofá y se dejó caer a mi lado. Luego de unos interminables segundos, finalmente se apegó a mi, anulando cualquier espacio que nos separaba. Su rostro descansaba en mi pecho y mis manos volaron a acariciar su cabello.

-Esto es extraño...-susurró.
-¿El qué?
-No lo sé, el hecho de ser novios.
-No comprendo.
-No quiero decir que no me agrade, solo digo que es nuevo. Es el hecho de como un abrazo ahora no es igual que antes-levantó su rostro de manera que sus ojos vieran los míos-...pero puedo acostumbrarme a ello.
-Me alegra oírlo-acerqué mi rostro de manera que nuestros labios solo se rozaran y me separé de inmediato. Cuando lo hice sus ojos aún permanecían cerrados y su labios entreabiertos, logrando poner a prueba todo mi auto control-Porque no pienso dejarte escapar fácilmente-besé su frente de manera rápida y luego su cabeza volvió a ocupar lugar en mi pecho.

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Aquí va otro :) espero les guste y nada, ya saben como dejarmelo saber.

Gracias a quienes siempre comentan (:

sábado, 25 de junio de 2011

Cap.14 ¿Novios?

Pov: Edward.

Su aroma inhundaba mis sentidos y el calor de su cuerpo en mis brazos era reconfortante. Hace más o menos de una hora que estabamos acostados en la cama de su habitacion viendo television, bueno, al menos ella veía television porque sinceramente yo no prestaba ni la mas minima atencion a la pantalla.

Su musical risa lleno mis oídos y me encontré sonriendo como idiota sin motivo alguno.

-¿Que es tan gracioso?-pregunté sin dejar de acariciar sus cabellos.
-Edward-dijo en tono de reproche-¿Que no estás prestando atencion?-levantó su rostro por un momento para poder mirarme y aún había rastro de diversion en sus ojos de sea lo que sea que la haya hecho reír hace un momento.
-Lo siento, me he perdido en algún momento-mentí. Negó sonriendo y volvió a acomodarse en mi pecho para seguir viendo la pelicula.

Solo era hasta hace tres días que habíamos aclarado las cosas y ahora no podía imaginarme sin ella. Era confuso, aterrador y desconcertante pero me sentía bien con ello. Cada segundo me convencía más que estaba en lo correcto. Como si sus manos estubieran hechas para unirse a las mías, o en la manera que su cuerpo encajaba perfecto al mio cuando me abrazaba.

No habíamos hablado con nadie de esto...yo no quería incomodarla ni presionarla. Despues de todo tampoco es que fuera necesario que el mundo entero se enterara.

-Creo que debería marcharme y tú descansar, los días con Alice siempre son largos-ella rió por lo bajo y se abrazó mas a mi-Bella...-advertí y ella cedió.
-Bien, buenas noches-refunfuñó soltandome de su agarre para darse media vuelta.

No podía ser mas dulce.

Me incorporé y rodeé la cama para poder ir hasta a su lado y agacharme a su altura. Tenía los ojos cerrados.

-Buenas noches-susurré y besé su mejilla que pronto se tiño de un intenso color rojo.

Obligué a mis pies a avanzar en direccion a mi habitacion. Era como si ella fuera mi centro de gravedad y tirara de mi, como un iman que me atraía, una fuerza fuera de mi poder, lo que hacía increiblemente dificil alejarme.

POV: Bella.

Separarme de él era increiblemente doloroso. Su tacto se había convertido en una necesidad y me asustaba. Cuando estaba con él todo carecía de sentido y es como si siempre hubiera pertenecido a su lado, como si ese fuera el único lugar correcto.

Cuando sentí sus labios en mi mejilla me sonrojé y podía apostar a que sonreía. Cuando el calor de su presencia desaparecío suspiré resignada, odiaba esa estúpida necesidad humana de dormir, y me odiaba a mi aún más por ser tan patetica.

Pronto el sueño me venció y no me sorprendí cuando un muchacho de cabello cobrizo y ojos esmeralda apareció en el.

-Bella...-alguien llamó. Reconocía esa voz pero no quería levantarme-¡Bella!
-Alice, basta, quiero dormir-me removí perezosa.
-No nos obligues a sacarte de la cama-ahora era Rose.
-¿Que hora es?-pregunté aun sin abrir los ojos.
-Las ocho de la mañana.
-¡¿Ocho de la mañana?!-exclamé abriendo los ojos de golpe-¿Se puede saber porque vienen a molestarme tan temprano?, ¿Saben?, a la gente normal nos gusta dormir.
-Exageras, será mejor que te levantes-Rose me despojó de las mantas y junto con Alice me incorporaron.
-Vale,¿Que es?-inquerí.
-¿Que es de que?-amabas se sentaron frente a mi con expresion inocente.
-¿Cual es el motivo por el que me levantan a las ocho de la mañana?
-Ya que lo preguntas...-la sonrisa de satisfeccion de ambas era memorable-¿Que hay con Edward?-no pude evitar reir.
-¿Sin rodeos?-me carcajee.
-Sin rodeos-concedieron-¿Y bien?
-¿Bien que?-me encongí de hombros-No hay nada que contar.
-¿Nada?¿Entonces nos puedes explicar por que motivo mi hermano salió de tu habitacion ayer pasada la media noche?-touché.
-Alice, eres una entrometida-le acusé.
-Losé, y aún así me adoras. Ahora dinos.
-Bien-suspiré, de cualquier forma era una batalla perdida-Bueno...en realidad no se que decirles-reí nerviosa.
-¿Podrías empezar por lo obvio?¿son novios?-un brillo casi infantil apareció en los ojos de Alice.
-No lo sé...en realidad nose que es exactamente-me sorprendí al encontrar un deje de frustracion en mi voz y ambas se miraron como si no creyeran lo que les decia.
-¡¿Como no sabes si son novios o no?!-exclamaron.
-Shshshsh...-las silencie-Alguien las puede oír-asintieron freneticas esperando a que continuara-La verdad es que...bueno,lo unico de lo que estoy segura es que le gusto y que el me gusta.
-¿Pero no te ha pedido oficialmente que seas su novia?-interrumpió Rose.
-No...-susurré indecisa-¿Es necesario?
-Mi hermano es un bruto-habló Alice indignada, su expresion me divertió.
-Claro que es necesario, Bella. No son realmente novios hasta que se hace la pregunta-explicó Rose como si fuera obvio.
-Bueno...no creo que sea de importancia-apunté y ambas me miraron como si estubiera loca.

Pov: Edward.

Por la mañana el ruido de unos murmullos me despertaron. Curioso, me acerqué hasta donde provenian y me encontre de pie frente a la puerta de la habitacion de Bella. No podía oír demasiado bien, pero podía distinguir algo.

Me cuestione el hecho de escuchar detrás de la puerta no era correcto, iba a marcharme cuando oí algo que llamó mi atencion.

-...¿Son novios?-distinguí la voz de Alice.
-No lo sé, no se que es exactamente-el tono de la voz de Bella se oía frustrado.

¿Hablaban de nosotros?, y en ese caso...¿Es que no eramos novios?

-¡¿Como no sabes si son novios o no?!-el gritó de Alice junto a Rosalie se escuchó claro.
-...alguien las puede oír-había dicho Bella-...lo unico de lo que estoy segura es que le gusto y el me gusta.
-¿Pero no te ha pedido oficialmente que seas su novia?-habló Rosalie.
-No...-creí oír-¿Es necesario?
-Mi hermano es un bruto-Alice se oía indignada y ya podía imaginar su expresion.
-...no son realmente novios hasta que se hace la pregunta-dijo Rosalie.

Alice tenía razon, era un bruto. ¿Como había podido olvidar ese importante detalle?

Me aleje en silencio y fui hasta mi habitacion enojado conmigo mismo por ser un idiota. Luego de tomar una ducha y vestirme con algo ligero baje a tomar desayuno.

Estaba sentado tomando algo de leche con unas tostadas cuando Bella entró por la puerta de la cocina, detrás de ella le seguían Rosalie y Alice.

-¡Edward!¡¿Que haces en pie tan temprano?!-preguntó Alice.
-Lo mismo que ustedes, supongo-me encogí de hombros y tomé un sorbo del vaso.
-Supongo-fue su respuesta. Y de pronto sus labios se levantaron en una gran sonrisa-Entonces...¿Rose me acompañas...?
-¿Donde?-inquirió confusa. Luego de recibir un batallon de miradas por parte de Alice concedió y yo tuve que reunir todas mis fuerzas para no reir-¡Oh!, claro vamos.

Una vez que ambas salieron de la cocina Bella se quedó de pie con los brazos cruzados.

-Buenos días-saludé con una sonrisa y ella se sonrojó.
-Buenos días...-susurró en respuesta.
-¿Sabes?, me gustaría mostrarte un lugar.
-¿Donde es?
-Sorpresa-me dirigí a lavar la bajilla que había ensuciado.
-Perfecto, me encantan las sorpresas-dijo con sarcasmo y yo no pude hacer mas que sonreir.
-Ahora ve a cambiarte, ponte comoda-me acequé a ella y besé su mejilla-Te espero en el carro.

Cuando finalmente Bella estuvo lista, nos montamos en el carro y conduje hasta un lugar que conocía. Estaba en lo alto de los montes que se situaban detrás de las cabañas, para llegar hasta ahí había un camino de tierra para los excursionistas, a su fin debiamos subir a pie.

-¿Edward?-inquirió Bella cuando nos detubimos.
-¿Mm?
-¿No eres un asesino en serie o algo parecido que me asesinara y dejara mi cuerpo en el bosque, cierto?-una gran carcajada escapó de mi interior.
-No, Bella. No soy nada parecido-me bajé del carro aun riendo y rodeé el auto para ayudarla a bajar.
-Es un alivio-sonreí-¿Y bien?
-Desde ahora vamos a pie-anuncié encaminandome hacia el interior del bosque.
-¿Que?-escuche desde atrás. Volví mi atencion hacia Bella quien aun se encontraba donde la había dejado.
-Si te quedas allí puede que no pueda hacer nada contra los asesinos en serie-bromeé y sorprendentemente estuvo a mi lado sin caerse o tropezarse como comunmente hacia.
-Edward, sabes que no podré permanecer más de un minuto en pie si me haces caminar por el bosque.
-No te preocupes, yo te sostendré. Además, no es tan lejos-suspiró resignada y se dedicó a caminar a mi lado.

Cuando ya llevavamos algun tiempo caminando se quedó atrás y varias veces tuve que retroceder a ayudarla a subir algun pequeño obstaculo.

-No te burles-reprochó avergonzada.
-No lo hago-me defendí.
-Sí, claro-rodó los ojos y tuve que mirar hacia otro lado conteniendo la risa.

Sí, definitivamente era adorable cuando se enfadaba.

-¿Cuanto falta?-preguntó más tarde desde atrás.
-No mucho.
-¿No mucho?. Eso vienes diciendo desde hace un kilometro.
-Exageras. Si quieres puedo cargarte-ofrecí.
-Olvidalo-claro, su orgullo no permitía que la ayudara.
-Bella, no seas orgullosa-frené mi paso para esperar a que llegara hasta mi.
-Vamos, te quedaras atras-dijo pasando por mi lado con una sonrisa y adelantandose.

Luego de volverla a adenlantar y caminar un poco más finalmente un claro se asomó y el terreno se volvió plano.

-Llegamos-le sonreí.
-Genial, un claro. Siempre quise caminar un kilometro en subida para ver algo así-dijo sarcastica y sonreí aún más.
-Ven-me acerqué a ella y tome su mano para llevarla hasta donde el terreno plano acababa y nos dejaba paso a una increible vista de Ronald Beach.
-¡Wou!-fue su respuesta-Realmente es genial-dijo ahora en verdad.

Y no cuestianaba que fuera así. La vista de la playa en su totalidad era realmente hermosa, el sol brillaba en todo su esplendor y el mar brillaba como nunca.

-Valió la pena caminar todo eso-dijo despues de un minuto.
-Losé, deberias confiar un poco más en mi-cuestione.
-Tienes razon-sonrió volviendo su vista a mi.

Con mi mano libre acaricié su mejilla descendiendo mis dedos desde principio a fin.

-Deberías dejar de hacer eso-tomé ahora su otra mano con la mía, dejandonos de frente.
-¿Qué?-inquirí.
-Eso, hacerme enfadar para después...-sonreí y solo la atraje hacia mi para abrazarla. Sus pequeños brazos se enredaron en mi cintura y su cabeza en mi pecho miraba el hermoso paisaje.
-Ya te lo dije, me gusta cuando te enfadas.

Luego de permanecer por nose cuanto tiempo abrazados finalmente decidí que debía comenzar con mi proposito.
Con delideza la aleje, pero solo un poco. Me miró confundida pero no protestó.

-¿Crees que podrías responderme algo?
-¿No lo estoy haciendo ahora?-sonrió.
-Otra cosa-asintió algo desconfiada por mi falta de humor.
-¿Quisieras...Bella, quieres ser mi novia?-miré directo a sus ojos que se abrieron por un breve momento de sorpresa.

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Aquí termina un nuevo capitulo. Espero que sea de su agrado y de nuevo gracias por comentar, es grato cuando me dejan ver lo que quieren, piensan o simplemente saludan.
Hasta el proximo capitulo!

domingo, 13 de marzo de 2011

Cap.13 Todo en su sitio

-Quizás cuando te tranquilizes-intentó soltarse de mi agarre pero no lo permití.

En este momento mi lado oscuro se debatía con mi lado bueno.


Me sentía demasiado confundido.

Pov: Bella.

La mano de Edward hacia quizás demasiada presion sobre mi brazo.

Intente safarme nuevamente pero no cedió.

-Edward, me haces daño...-susurré. Sus ojos parecían perdidos, como si un debate interno tuviera lugar en él justo ahora.

Luego de un segundo, sus ojos nuevamente se enfocaron en los mios y una expresión de confusión se crispó en su rostro.

-Lo siento...Yo no sé lo que...lo siento-su mano abandonó mi brazo y me miró asustado-Bella...perdoname, ¿Te he hecho daño?-preguntó ahora con preocupación.

-No-respondí contrariada por su cambio de humor.

-Dejame ver-insistió. Su mano tomó mi brazo ahora con delicadeza pero la retiré al instante.

Sabía que sus dedos debían de estar marcados en mi brazo y no quería que el viera lo debíl que era.

-Bella...

-No Edward, estoy bien-dije con demasiada dureza.

-Yo no quize...

-Basta, Edward. Ya te he dicho que no fue nada.

Se pasó la mano por el cabello nervioso, no me sorprendería que se arrancara algo de pelo.

Suspiré y estiré mi mano para alcanzar la que estaba en su cabeza.

-Estoy bien, no debes preocuparte-le aseguré ahora con suavidad-Se que no quisiste hacerme daño.

-Jamás querría dañarte, no a ti-su voz se oía apenada.

Con lentitud me moví más cerca de él, y capturé su otra mano.

Me puse de puntillas para poder acercar mi rostro al del y cuando estuve lo más cerca que mis piernas me permitieron el unió su frente a la mía.


-Odio perder el control...-susurró. Sus ojos miraban directo a los míos y me obligué a concentrarme-...no reacciono concientemente y entonces hago cosas que no quisiera...-le dediqué una sonrisa y besé su mejilla.

-Basta de explica...-no pude continuar porque sin aviso alguno sus labios chocaron los mios, casi por acto reflejo solté sus manos para alcanzar su cuello y el me abrazó por la cintura.

La sensacion de sentir sus labios moviendose sobre los mios era inexplicable, su sabor era dulce y adicto. Pronto me encontre jalando su cuello para acercarlo aún más pero entonces el rompió el beso.

¡Necesitaba más!


-No se como explicar con palabras lo que quiero decir. Nunca me había sentido así por nadie, Bella. Jamás había querido golpear a nadie por alguien, entonces llegas tú y me haces perder el control, y eso no es agradable-sonreí junto con él-me gusta la forma en que te sonrojas o como tu cara se pone de un color rojo intenso al enojarte, me gustan tus ojos, tu boca, besarte...podría seguir, pero en fin...nosé si eso es bueno.


-¿Disfrutas verme enojada?-inquirí.


-Bastante-confesó con una media sonrisa y eso bastó para sacarme una a mi.


-Nosé si pienses lo mismo cuando notes mis defectos-consideré. Iba a alejarme pero el me mantuvo firmemente apegada a su pecho. Una hermosa risa escapó de sus labios, y por un momento me quedé enbobada mirandolo y me sonroje cuando me di cuenta de que el lo había notado-...pero tu tambien me gustas-confesé sonrojandome y bajando mi cabeza.


Sus dedos se posaron en mi barbilla y levantaron mi rostro con delizadeza y suavidad. Miré a sus ojos y la ternura con la que me miraba casi me derrite.


-Es bueno escuchar eso...-y luego unió nuestros labios en un beso pausado, suave, tierno y dulce.


Pov: Edward.


Su cuerpo estaba encerrado entre mis brazos y eso solo me hacía el ser más feliz del universo. Parecía irreal el giro que habían tomado las cosas desde esta mañana.


Solo quería abrazarla durante todo el día pero no creo que eso la hiciera sentir muy comoda, asi es que muy a mi pesar la solté de mi agarre no sin antes depositar un beso en su frente.


-Debes saber que me gustas mas de lo que te imaginas-no quería seguir escondiendole mis sentimientos, aunque no estaba seguro si solo me gustaba.


Creo que las siguientes horas fueron mejores aún. Luego de desayunar fuimos a dar un paseo por la playa y sostuve su mano durante todo momento.


En algún momento donde estuve dístraido Bella aprovecho para lanzarme algo de agua con los pies. Se soltó de mi mano y salió corriendo por la orilla, no me costó demasiado trabajo alcanzarla y cuando lo hice la atrape con mis brazos desde atrás alzandola en el aire, su melodiosa risa no tardó en oírse y yo no pude más que unirme a ella. Su felicidad me contagiaba.


Más tarde regresamos a la cabaña en silencio, solo con el ruido de las olas al reventar.


Sus dedos se aferraban firmemente a los mios y esa sensacion era la que me convencia de que todo era realidad, que increiblemente por primera vez estaba seguro de que no debía temer, al menos no en este momento.


-Edward...-llamó cauta. Giré mi rostro hacia ella para que continuara y comenzamos a caminar más lento-...el otro día en la fiesta, yo...


-¿Que sucede?-inquirí con cautela. Nada que se tuviera relacion con esa fiesta me agradaba.


-Bueno...¿La razón por la que reaccionaste así...fue...?


-Creo que le llaman celos-interrumpí-y creo que no quiero volver a expirentar la sensación nuevamente-una pequeña sonrisa se dibujo en su rostro.


-No causa gracia-solté su mano y la atraje hacia mi sonriendo, y ella me abrazó por la cintura.


-Yo tambien lo estuve-confesó luego de unos minutos, yo fruncí el ceño-Esa muchacha...con la que estabas en el barra...-solté una gran carcajada cuando le oí-¿Que?


-No veo el punto en que tendrías que tener celos de una completa desconocida. Además me ponía bastante incomodo, por no decir nervioso.


-Ella tenía las manos en tu rostro-objeto-además se reía y era bella.


-Bueno, no quería herir sus sentimientos-ella rodó los ojos y yo reí abrazandola con más fuerza-Y tu eres mas bella-susurré finalmente en su oído.


-No...


-No es un punto en discucion-le interrimpí antes de que comenzará a contradecirme porque no planeaba discutir con ella un tema realmente sin sentido. Porque lo creyera o no, era una mujer hermosa.


El tiempo junto a Bella pasaba rápido y muy pronto llegó la noche. A eso de las ocho llegaron todos y entonces tuve que alejarme de Bella.


Esa decision la había tomado para no incomodarla, ya que solo Alice sabía lo que ocurría y no quería obligar a Bella a contar nada, porque de todas maneras n0 sabía que exactamente decir.


-¡Esto es un milagro!¡Edward está de humor!-exclamó Emmett burlón cuando estaban todos en la sala decidiendo que película ver.


-No fastidies, Emmett-le golpeé el hombro y me fui a sentar "despreocupadamente" al lado de Bella donde había un lugar vacío.


No me pasó por desapercibida la mirada de Alice al ver donde estaba.


-Entonces...-dijo volviendo la atencion a las peliculas que tenía en sus manos-no hay demasiado, pero...sobreviviremos. Uhm...pordría ser Titanic-sugirió despreocupada.


Un gran ¡NO! fue la respuesta por parte de los hombres. Emmett protesto diciendo que quería una de accion.


-Rapido y Furioso-sugirió Jasper.


Y así se dio inicio a un debate de gustos masculinos y femeninos que nos llevo a elegir una comedia, con una Rosalie refunfuñada y una Alice resignada.


Luego de que las luces bajaran y comenzara la película pude sentir como un peso recaía en mi hombro derecho. De inmediato reconocí ese olor a shampoo de fresas.


Una pequeña sonrisa se me escapó cuando mire a la bella durmiente a mi lado. Solo era el inicio de la película y ya se había dormido.


Aprovechandome de la poca luz, pase mi brazo por su espalda y la atraje hacia mi pecho para que quedara más comoda.


Cuando la acerqué se acurrucó aún más contra mi y siguió en un profundo sueño.


Mentiria si dijiera que presté atencion a lo que sucedía a mi alrededor porque solo fui consciente cuando comenzaron a aparecer los creditos en la television.


Con mucho cuidado aleje a Bella de forma que cuando encendieran la luz no tuviera nada que explicar.


Y así fue, cuando Alice encendió la luz y todos se dieron cuenta de que Bella estaba dormida soltaron un par de risillas.


-Emmett llevala arriba-ordenó Rosalie.


-Podríamos dejarla aquí-sugirío el grandulon-Entonces se despertaría en medio de la noche desorientada y con ello asustada-alzo las cejas como si de una travesura se tratara.


-Eres un completo idiota. Yo la cargare-intervine.


-Bien, entonces nos retiramos-cada quien subió a sus respectivas habitaciones y yo cargué a Bella hasta la de ella.



Con cuidado la deposite en la cama y la arropé de forma que no existiera la más mínima posibilidad de que pasara frío, luego de esto la contemplé por un instante y sonreí como idiota, para luego acercarme y depositar un suave beso en su frente.



Y así fuí hasta mi habitacion feliz de sentir que las cosas estaban bien, de que como ahora todo parecía estar en su sitio, y de que como el ahora era suficiente.


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Hola! siento infinitamente (ni eso alcanza) haber dejado por tanto tiempo el blog. Debo confesarles que se me es mas dificil escribir este mensaje que el capitulo. Se que ninguna explicacion es valida y que la mayor parte del tiempo las doy. No prometo un fecha exacta de publicacion porque sinceramente no se con certeza si puedo cumplirlas. Pero si les puedo prometer que pase cuanto tiempo pase entre cada publicacion, terminaré el blog, hasta le ultimo capitulo. Solo les pido paciencia, más de la enorme que se que han tenido :)


Gracias por leer y comentar a TODOS, sin ustedes no podría seguir escribiendo, son mi fuente de energía :) Hasta el proximo capitulo y un abrazo para todos!

lunes, 7 de febrero de 2011

Cap.12 Ying Yang

POV: Edward.

Ese chucho la había besado...¡La había besado! ¿Como se supone que debo estar?¿Que simplemente me quede observando? ¡Claro que no! Si no hubiera sido por Jasper y Emmett probablemente ya le hubiera saltado encima.

Deseaba golpearlo hasta matarlo. Sí, puede sonar exagerado. Pero me herbía la sangre de solo recordar a ese idiota abrazando el delicado cuerpo de Bella y tocando sus suaves y dulces labios.


-Edward, Jacob. Tranquilos...-pidió Alice ahora casi con angustia. Bella lucía confundida, y Rosalie enojada-Están montando un espectaculo-miré a mi alrededor y me di cuenta que todos nos observaban.

-Sueltame-tironeé pero Emmett no me soltó-No haré nada-prometí y cedió.

Inspire profundamente para calmarme y luego fui hasta mi coche. No tenía sentido seguir ahí.

Por suerte nadie intento detenerme porque de ser así ni yo mismo se como hubiera reaccionado.


Solo se que durante este ultimo tiempo exploto con facilidad y debo admitir que no era una sensacion que me agradara. ¿Querer matar a todo el que se me cruzara por en frente era correcto? o quizás debería decir...¿Matar a todo aquél que se sienta interesado por Bella?

Sabía que lo correcto era esto último. La existencia de Mike Newton nunca me molestó pero ahora su simple presencia me irritaba de sobre manera.

Jacob Black, a diferencia de Newton, era un peligro directo. Él tenía la suficiente confianza con Bella y además sabía por ese beso que él no pasaba desapercibido por los ojos de ella.


Cuando llegué a la cabaña fuí directo a mi habitacion. Cerré de un portazo y luego tomé lo primero que encontre y lo lancé contra la pared.
Al instante se hizo pedasos, al parecer fué la lampara de la mesita de noche.

Golpeé la pared con mis puños hasta cansarme.

Sabía que debía mantenerme al margen pero no podía. No podía simplemente quedarme observando a Black tomando lo que por primera vez me interesaba tanto. Si él la quería tanto entonces que le costara, no iba a simplificarle la vida a ese chucho.

Por primera vez tenía ganas y ancias de luchar por algo que en verdad me importaba y deseaba tener.

Pero nuevamente las dudas llegaron a mi como un balde de agua fría, ¿De verdad tenía alguna oportunidad?¿Tenía siquiera alguna posibiladad con Bella?¿Ella me veía como yo a ella?

Quería pensar que sí, y creerlo. ¿Si no tuviera alguna remota posibilada entonces ella no me hubiera besado en el bosque, no? Pero quizás fue un impulso...

¡Demonios! Nunca había sentido tanta frustracion en mi vida.

Luego de lanzar cosas contra la pared, finalmente me quedé dormido tirado en la cama.


No oí cuando llegó el resto, solo fui conciente a la mañana siguiente que mi habitación era un desastre.


Me levanté con un dolor en mis manos...debí haber pensado bien antes de golpear la pared.

Cuando baje a desayunar pude ver que todos estaban en la cocina. Se produjo un silencio incomodo en cuanto entré.Y creo que tuve que realizar un esfuerzo monumental para no lanzarme encima de Black.

Simplemente me senté a un lado de Alice y me dedique a comer lo que estaba preparado.

El sonido de los cubiertos al cortar los Hokkeis era lo unico que interrumpia el incomodo silencio.

Deseaba poder levantar mi mirada y observar a Bella aunque sea por un instante. Quizás saber su expresión...Pero era más cobarde que valiente. Tenía miedo de lo que pudiera leer en sus ojos.

Solo ahora podía darme cuenta de lo descontrolado que había estado ayer frente a ella. No fue correcto explotar de esa manera. No me sorprendería que ahora me viera como un loco desquiciado, quizás compararme con un mounstro.

Por que la evidencia lo indicaba así. Podía insultar a Black, golpearlo, matarlo si quisiera...pero no frente a Bella, porque ella merecía respeto.

-Entonces...Jake-habló Alice-Creí que no estarías aquí hasta dentro de algunos días más...

-Oh, sí. Por suerte mis problemas lograron resolverse antes de tiempo-desgraciadamente para mi...pensé.

Creo que eso fue lo único que se conversó durante el desayuno, o al menos no recordaba nada más.

Tres días pasaron luego del incidente, y debo decir que estaban contabililizados en unos de los peores de mi vida. No hablé con Bella, solo me la pasé mirandola desde lejos. Y para peor, los nudillos de mis manos aún dolían. Quizás una torcedura, pero nada que no pudiera soportar.

La verdad es que tampoco es como si hubiera estado consciente del dolor, lo único que hacía era observar a Bella y sumirme en esos pequeños pero importantes detalles de ella.

Como que se sonrojaba cuando le hacían un cumplido-para mi desgracia lo pude apresiar por Jacob Black-O como cuando se mordía el labio al estar nerviosa. Siempre parecía estar en su mente divagando. Muy torpe, y un sin fin de cosas que pude darme cuenta.

De alguna manera me sentía como un psicopata acosador, y no era habito en mi observar a la gente, es más la mayoría pasaba desapercibido por mis ojos. Simple y corrientes personas.

¿Que hacía la diferencia con Bella?

Ella no era corriente. Ella era especial. Especial como solo ella podía serlo.

Con una belleza natural de ella, no como Tanya y el resto de sus amigas del equipo de porritas. Ellas eran altas, cuerpos boluptuosos...y quizás todos los dotes de modelo. Pero Bella...ella, era de estatura promedio y aún así resaltaba más que el resto. Como una luz en medio de la noche.

Su inocencia y timidez me cautibaban, y solo me hacían querer protegerla de cualquier cosa. No era una idea muy descabellada encerrarla en la torre más alta de un castillo y que fuera custodiada por un dragon...pero ni en el dragon confiaría...entonces solo podría protegerla yo.
Reí ante mis pensamientos, en realidad, si era una idea descabellada.

Era sorprendente como todo se reducía a esto. Había terminado queriendo a Bella sin proponermelo. Y me asustaba como los sentimientos me dominaban, no había sentido nada parecido antes.

Y lo que mas me asustaba era que cada día el sentimiento se hacía más fuerte, ya no era una opcion dar la vuelta y hacer como si nada hubiera sucedido.

Pero mientras más fuerte se hacían mis sentimientos, más fuerte se hacía la sensacion de que la estaba perdiendo. Y el unico culpable era yo.

Tal vez si le hablara...

Pero como el cobarde que era no me atrevía, y el único que se beneficiaba con eso era Black.

Fue al día siguiente por la mañana que el panorama mejoró.

Iba bajando la escalera para ir a desayunar cuando vi a Jacob salir con un bolso, detrás iba Bella. Ninguno me vió y yo decidí ir a la cocina.

Al parecer el resto había salido más temprano ya que no escuchaba ruido en la casa.

Minutos más tarde escuché la puerta de la cocina abrirse...me tensé al instante.

Me giré al instante para dar la espalda a quien quiera que fuera, aunque sabía bien que lo más probable era que fuera Bella.

Cuando ese alguien se aclaró la garganta me volteé, efectivamente era Bella.

Mis ojos chocaron con los de ella por un instante, pero ella decidió apartar la vista.

-Buenos días-quizás era la manera más tonta de hablarle, pero no sabía que decir.

-Buenos días-respondió. Su voz sonaba como la más hermosa melodía para mis oídos. Habían pasado días desde que no hablabamos y el hecho de que me estubiera hablando, me ponía ancioso.

-He visto a Jacob salir con un bolso...-comenté esperando sonar desinteresado.

-Sí, se ha ido-intenté esconder mi alegría.

-¿Por que?

-El amigo de su padre a fallecido...-susurró.

-Oh-fue lo único que salió de mi boca.

-El resto fué a la playa, no volverán hasta la noche. Alice dijo que podíamos ir más tarde si quisieramos...-intentó cambiar de tema.

El hecho de que me siguiera hablando como si nada hubiera sucedido me daba algo de más, pero al mismo tiempo me preocupaba.

-Puedo llevarte, si quieres...-comenté mientras terminaba de tomar el vaso de leche que había dejado a medio beber.

-No es necesario-agachó la cabeza y un incomodo silencio reino-Edward...-¿Era normal sentirme tan bien con solo escuchar mi nombre en sus labios?

-Dime-urgí al ver que dudaba en continuar.

-Es...-volvió a tomar aire-¿Crees que debemos hablar?

Sabía perfectamente de que quería hablar, y no sabía si podía darle respuesta que explicaran lo que ella quería saber.

¿Debería contarle lo que sentía? Sabía que sí, pero de alguna forma me sentía vulnerable rebelandole mis sentimientos.

-¿Quieres hablar?-la miré intensamente por una respuesta.

Ella solo asintió y levantó su cabeza uniendo su mirada con la mía. Luego de unos segundos asentí en confirmacion.

-¿Que es lo que quieres saber?-mi voz salió con más hostilidad de lo que pensaba. Pero esta conversacion nos llevaba a hace algunos días atrás donde ella se besaba con Jacob y no pasaba por alto que ella haya correspondido al beso.

-¿Por que has reaccionado así el otro día?¿Cual es tu problema con Jacob? Pensé...-tomó aire dudando por un segundo, pero continuó-...pensé que eramos amigos-concluyó, y sus palabras dolieron demasidao.

¿Asi es que todo se reducía a eso?¿A una amistad?

-¿Te besas con todos tus amigos?-las palabras salieron sin pensar de mi boca. Quizás la rabia, impotencia...no lo sé. Pero el rostro de Bella se contrario y me miró con ira.

-¿Como te atreves a insinuar algo así?

Retractarme era la mejor opción, pero en este momento la lógica no era mi lado más fuerte.

-¿La verdad duele, no es así?

-Debería llamar a Alice...-su voz sonó ahogada. Lentamente se giró y comenzó a caminar hacia la puerta.

La bestia había despertado dentro de mi y sin siquiera medir mi fuerza la tomé del brazo e hice que volviera a mirarme.

-¿Edward, que haces?-susurró confundida.

¿Que estaba haciendo?

-¿Crees que es tan simple y puedes marcharte? Querías hablar, eso haremos.

-Quizás cuando te tranquilizes-intentó soltarse de mi agarre pero no lo permití.

En este momento mi lado oscuro se debatía con mi lado bueno.

Me sentía demasiado confundido.

Continuará...

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¿Que tal? Quizás este capitulo sea algo aburrido, pero lo deje inconcluso.

Pobre Edward...

Un billón de gracias por los comentarios (si es poco solo avisen) Lamento no poder actualizar seguido pero es que no siempre hay buenas ideas y es mejor esperar a que la inspiracion llegue, espero entiendan.

Comenten plis :)